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HISTORIA HUMANA DE UNA ANTIGUA DEPORTISTA DE ELITE EXTREMEÑA

Una sirena emeritense en Tailandia

Tras pasar por una universidad norteamericana, Alicia Casillas, que llegó a ser la mejor nadadora de Extremadura, trabaja en Amphoe Koh Sa-Mui Enseña su deporte a los niños tailandeses... y también yoga

Una sirena emeritense en Tailandia

Llegó a ser una gran promesa de la natación nacional y la mejor de Extremadura. Pero ahora vive en Amphoe Koh Sa-Mui, en Tailandia, ese lejano y exótico país del que lleva casi un año disfrutando. Se llama Alicia Casillas y tiene una historia peculiar, un poco al estilo de esos 'españoles por el mundo' televisivos...

Casillas es emeritense, tiene 25 años y cuando era más joven se hartó de batir récords regionales y hasta se asomó a la élite española. Pero una oferta de Estados Unidos --primero en la Universidad de Kansas y luego en la de Miami-- la invitaron a volar. Ahora, como la vida da tantas vueltas, enseña natación en el sudeste asiático.

"Estoy trabajando de profesora de inglés, yoga y de entrenadora de natación", cuenta con entusiasmo. Su tiempo en USA le valió para manejar a la perfección un idioma con el que solo se defendía cuando se marchó.

Acaba de organizar un curso con su mejor amigo, otro excomponente de la selección nacional, Joaquín Abascal, al que conoció en la Residencia Blume. "El evento fue genial, vinieron muchismos niños y organizamos una competición. Vino la prensa y la television local para entrevistarnos. Estoy súper feliz de estar introduciendo la natación en esta parte del mundo, ¡¡¡y a los niños les encanta!!!", exclama.

¿Y lo del yoga? "Estoy enseñándolo en un estudio muy bueno en la isla, uno de los mejores de Asia", responde. "Trabajando mucho, pero muy contenta de estar aprendiendo tanto y de tener esta oportunidad. Sigo en la natacion, pero ahora como entrenadora, así que muy feliz, porque se echa muchísimo de menos, así que al menos puedo tener un contacto directo y transmitir todos mis años de práctica"

Lo malo es, claro, añorar Mérida y Extremadura, adonde todavía no ha podido regresar desde que se marchó. No está ahí al lado Tailandia, no. "Echo mcuho de menos sobre todo a la familia, a los amigos, el jamoncito, el vinito...", afirma con nostalgia. Eso sí, según pone de relieve, está teniendo muchas visitas. "¡Es que al paraíso todo el mundo quiere venir!", apostilla.

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