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EL TESTIMONIO EN LA CRISIS DEL CLUB EXTREMEÑO DE TERCERA

«Somos un grupo humano enorme»

Aarón, futbolista de peso en el vestuario de la UP Plasencia, ensalza la actitud del vestuario del club extremeño, pese a que, como él mismo cuenta, «no hemos cobrado un solo euro en lo que va de año». El futbolista admite una «situación crítica»

«Somos un grupo humano enorme»

Aarón Fernández Sorroche (Tarragona, 8 de mayo de 1985) festejará hoy su 34 cumpleaños con una felicidad familiar plena, aunque no tanto en el ámbito profesional, sumido el club en el que actualmente milita en una crisis que les afecta, y de qué forma, al bolsillo. «En lo que va de año 2019 no hemos cobrado del club un solo euro. Es una situación crítica», dice en varias ocasiones el centrocampista de la UP Plasencia a la hora de hablar de la complicada coyuntura del club extremeño. El domingo, tras el partido ante el Diocesano, ya lo expusieron a la luz pública a través de un comunicado, aunque el problema venía de atrás y no era secreto alguno.

El futbolista catalán, referencia del Cacereño durante años y que hace dos se marchó a la UP Plasencia seducido por un proyecto ambicioso, dice que no se arrepiente de haber tomado aquella decisión por la experiencia que ha vivido («he tenido dos años muy buenos deportivamente») y sobre todo, asegura, «porque somos una plantilla increíble, una piña, un grupo humano enorme que merece mucho la pena».

Para el jugador, las dos jornadas que restan las pelearán «a tope», pese a que llegar al cuarto puesto sea toda una entelequia. Tanto la pasada temporada como ésta ha vivido una experiencia negativa en cuanto a los cobros, pero tanto en lo deportivo como en lo humano no ha sido así. «Hemos dado la cara y peleado hasta el final con Cacereño, Mérida, Coria, Moralo… ninguno ha sido superior a nosotros». El equipo que entrena Luismi es quinto y tiene difícil entrar en la fase de ascenso, algo milagroso siquiera de haber estado peleando hasta el final con los problemas acumulados para un colectivo que ha aguantado estoicamente lo que no está escrito. «Ha habido gente que lo ha pasado y lo está pasando mal, muy mal», reitera, a modo de mantra, alguien que se ha distinguido siempre por su compromiso.

La ‘mentira’

«Lo que más nos ha fastidiado es la mentira de los directivos, que nos han dicho mil veces que se iba a solucionar todo y nos han estado engañando. Deberían habernos dicho: ‘pues mira, no vamos a poder y ya está’. Al final hemos cobrado algo por la AFE, en un dinero que tenemos que devolver, pero hay gente que está fatal, con muchos problemas personales», aduce.

Aarón desvela que es él quien tiene la ficha más alta de la plantilla, «que se podían haber ahorrado» pero que no le dejaron firmar por el Do Benito y que ha podido vivir sin sobresaltos porque ha ahorrado en su dilatada carrera en clubs importantes, pero que ha habido casos extremos dentro, «gente que tiene 400 o 600 euros y que ha tenido dificultades hasta para comer».

El exfutbolista verde, que reitera su deseo de que todo se arregle y que el club no desaparezca, un peligro real, en su opinión, revela que varios compañeros han pagado hasta un viaje de un jugador que no tenía liquidez para volver. Agradece Aarón las muestras de cariño de la afición placentina y de gestos como el del festival de música que se está promoviendo por parte del periodista local Juan Carlos Ramos para poder recaudar algo de dinero.

La espoleta de todo el problema se produjo la pasada semana. «Se comprometieron en la asamblea de que el dinero de una de las tres partes que se recibiría de la federación, 10.000 euros, iba a ir destinado a nosotros, a cubrir algo de lo que se nos debe, pero a través de una llamada de alguien nos enteremos que ese dinero ha sido para pagar algún compromiso anterior de los directivos». Para Aarón, los directivos placentinos han intentado trabajar por el club, «pero no son gente de fútbol y eso se nota» y que han hecho un proyecto por encima de las posibilidades de la entidad jerteña. Aarón seguirá ligado al fútbol sin fecha. «Yo me encuentro muy bien todavía», comenta el catalán nacionalizado cacereño.

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