Empezó a jugar al pádel casi por casualidad. De eso han pasado siete años y hoy Lorena Rufo Ortiz (Cáceres, 4 de agosto de 2003) acumula ya un buen puñado de éxitos. ¿Cuántos torneos ha ganado? Levanta la mirada y piensa, duda, no está muy segura. Es difícil llevar la cuenta. Desde el 2014 ha ganado los campeonatos de menores de Extremadura por partida doble, compitiendo en dos categorías, la que le corresponde por edad y la que está por encima.

Pero sus éxitos no se quedan solo en el terruño. Ha llevado su pádel más allá de las fronteras extremeñas y también españolas. En el 2015 se marchó a México para disputar el Mundial sub-12, una categoría no oficial, lo que le obligó a correr con todos los gastos. Bueno, a ella no, a sus padres, que la apoyan y la siguen siempre que sus obligaciones laborales se lo permiten. Lo ganó. Ya era campeona del mundo. Dos años después, en el 2017, fue tercera en el Campeonato del Mundo por parejas y oro por selecciones, éxito que ha repetido este año añadiéndole el primer puesto por parejas, otro más. En cuanto a logros nacionales, tanto el año pasado como este ha sido campeona de España cadete.

Pero con solo 16 años, su objetivo está ya un poco más arriba de los torneos de menores, donde se desenvuelve con soltura. Ahora mira al World Padel Tour (WPT). Este año ha disputado dos torneos Master y seis Open. En tres de ellos, Alicante, Mijas y Menorca, se ha metido en el cuadro. Mucho más que un éxito para alguien de su edad. Tanto ella como su compañera, Sofia Sainz, eran de las más jóvenes en esa ronda.

En su primera experiencia en cuadro, en Alicante en el mes de abril, se cruzó con la otra extremeña que está triunfando en el World Padel Tour (un título y dos finales, por ahora, para ser la séptima del ranking), Paula Josemaría.

Desde hoy Lorena pelea por volver a meterse en el cuadro de un torneo WPT, el Cervezas Victoria Córdoba Open 2019, aunque compartiendo lado de la pista con Sandra Bellver, doce años mayor que ella y la número 56 del ranking. La extremeña es la 68. «Hace tiempo que me llamó para jugar conmigo y vamos a probar», dice la cacereña, habituada a los constantes cambios de pareja del pádel.

Los decide ella, asegura, y adaptarse es fácil «porque nos conocemos todas desde pequeñas y hablamos en los torneos o por WhatsApp», cuenta con naturalidad. «A veces me pide consejo, pero no siempre», añade el padre. Con su actual pareja de juego -la habitual, no con la que hoy juega en Córdoba-, Sofía Sainz, «cerró un año por su cuenta, sin consultarnos nada», dice la madre, «y ahora acaban de comprometerse para dos más».

Lorena juega en el drive, aunque si las circunstancias lo requieren también puede jugar en el revés. Sus golpes preferidos son el remate y la víbora y se define como jugadora defensiva, aunque de vez en cuanto, cuando está voleando, le gusta anticiparse para definir.

Su referente es Alejandra Salazar (número 2 del ranking). «Para mí es la mejor derecha que hay. Además, es muy maja, me saluda aunque no sea jugadora del World Padel Tour», cuenta con ilusión. El año pasado, además, tuvo la posibilidad de enfrentarse a ella durante un clinic en su actual club, Es+Pádel de Mérida. «Me puse muy nerviosa», reconoce Lorena. Quizás pronto vuelvan a verse las caras en una competición de verdad. Para eso trabaja.

De momento Lorena entrena todo lo que puede sin perder de vista sus estudios de Primero de Bachillerato en el Norba de Cáceres. Para entrenar se desplaza cuatro días a la semana a Mérida, donde Javi Sánchez se encarga de su evolución. Quiere ser profesional y sabe que quizás tenga que salir de la región para conseguirlo. No le importa, tiene muy clara su meta.