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EL PROTAGONISTA EN EL DEPORTE EXTREMEÑO

El exitoso velocista César Castro

Una lesión en el hombro impidió al nadador placentino acudir a los Juegos de Río. Con 16 años tenía la mínima para el 1.500 libre. Tras tres operaciones ha apostado por las distancias cortas para Tokio. El viernes rozó la marca exigida para el 200

El exitoso velocista César Castro

La metamorfosis de César Castro ya es una realidad. El placentino, un fondista de la piscina al que la mala suerte privó de sus primeros Juegos en 2016 (había conseguido, con solo 16 años, la marca para disputar el 1.500 libre en Río), es ahora un velocista que acaba de rozar la mínima olímpica en la prueba de 200 libre. Tokio, si la crisis global por el coronavirus no lo impide, espera al extremeño este verano. El destino se lo debe.

César Castro anunció el cambio hace un año en las páginas de este diario. Lo hizo tras recuperarse en Cáceres de la tercera operación del hombro que le había impedido estar en Río. «Será como convertir a Gebrselassie en Usain Bolt», decía entonces, de forma muy gráfica, José Moreno ‘Perry’, el fisioterapeuta que ayudó al nadador extremeño a volver a lo más alto. «Es un cambio a lo opuesto», reconocía el nadador, que el viernes, en Edimburgo, paraba el crono en 1.47:45 minutos en la prueba de 200 libre. Se quedaba a 43 centésimas de la mínima de clasificación olímpica establecida por la Federación Española (1.47:02) y establecía un nuevo récord de España. El anterior, 1.47:85, también era suyo. Ayer, en la prueba de 800, fue cuarto y hoy concluirá su participación en la capital de Escocia en la prueba de 100 metros libre.

Especialista en las distancias de 400, 800 y 1.500 metros («en las que me encuentro más cómodo»), las lesiones en el hombro llevaron a Castro hace un año a cambiar sus objetivos de cara a Tokio 2020. Hacía ya un tiempo que no le iba más en el 50, 100 y 200 libre, pero eran pruebas que hacía siempre pensando en el 1.500, contaba él mismo. Ahora son sus distancias, con las que quiere ser olímpico.

La forma de entrenar ha variado para, como José Moreno anunciaba hace un año, llenar a César Castro de músculo, que es lo que reclama la velocidad. Ha ganado fuerza y lo demuestra cada vez que se lanza a la piscina. Ahora quiere acabar de superar el muro que le separa de Tokio. Está a punto de conseguirlo, aunque ahora el camino se complica, ya que el coronavirus ha llevada a la suspensión de algunas competiciones, como el Campeonato de España que se disputaba a principios de abril. Son solo algunos obstáculos más para un César Castro acostumbrado a superar todos los que se le presentan.

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