Petanca con mayúsculas

«Cuando sabes que estás en uno de los principales focos del virus, pasas miedo y trabajas en permanente tensión. Han sido unas semanas muy duras». Lo dice el vicepresidente de la Asociación Cultural Amigos de la Petanca de Arroyo de la Luz, Daniel Parra Torreño (Arroyo de la Luz, 1961), que ha vivido en primera línea la batalla contra el coronavirus desde su puesto de trabajo, como ordenanza, en la residencia de mayores de la localidad, uno de los lugares más golpeado por el covid-19.

La asociación de petanca que él presidió durante cinco años -hoy es vicepresidente- está estos días en contacto con el ayuntamiento para tomar las medidas sanitarias y organizativas que hagan segura la reapertura de las pistas municipales que permanecen clausuradas desde que se declaró el aislamiento social de la población. En este sentido, Parra indica que «ahora que parece que ya vamos saliendo de esta pesadilla, queremos abrir las pistas en los próximos días. Tendremos que controlar bien los turnos y seguir las indicaciones que nos dé el ayuntamiento».

Este club deportivo fue fundado en el 2012 tras una conversación entre Daniel Parra y el entonces Concejal de Deportes, José Fragoso, conocido, entre otras cosas, por ser el impulsor, muchos años antes, del voleibol en Arroyo. «La idea era introducir la práctica de nuevos deportes en el pueblo. Ahora somos unos 50 socios, algunos de las localidades vecinas, aunque por las pistas pasan más de 120 usuarios de toda condición, desde niños de 10 años hasta algún residente de la residencia de mayores con 85», comenta Parra.

Es frecuente que algunos jugadores de la asociación consigan triunfos en los torneos que se celebran por toda la región. Los que se organizan en Arroyo de la Luz son siempre un éxito de participación. Se agotan las inscripciones y es habitual contar con la presencia de competidores de nivel nacional atraídos por unas instalaciones que son de las mejores que hay en Extremadura para la práctica de la petanca. Junto al Polideportivo Municipal existen cuatro pistas permanentes, dos de ellas cubiertas, con luz artificial y vestuarios, aunque durante los torneos se amplían de forma eventual hasta un total de veinte. Este lugar es algo más que una instalación deportiva, es un sitio de reunión y convivencia donde la excusa es la práctica de un deporte más complejo de lo que podría parecer para los que no lo conocen, según explica Daniel Parra: «La petanca no es sólo habilidad y práctica, tiene su parte de táctica y estrategia y es muy importante la compenetración entre los compañeros».