Jon Rahm se proclamó este domingo campeón del torneo Memorial del PGA Tour al entregar tarjeta de 75 golpes (+3) en la cuarta y última ronda y sumar 279 (-9), tres más que el estadounidense Ryan Palmer, que fue segundo con (282, -6).

El título de Rahm, primero de la temporada en el PGA Tour, donde ya había ganado otros tres anteriormente, llegó a los 11 como profesional, lo que le permitió convertirse en el nuevo número uno del mundo, segundo español que lo consigue después que lo hizo en 1986 el legendario Severiano Ballesteros, su inspirador como jugador.

Rahm recibió 76 puntos por su triunfo en el Memorial y sumó 460,82 para superar al norirlandés Rory McIlroy (419), que llevaba 11 semanas consecutivas al frente de la clasificación y 106 desde que llegó por primera vez el 4 de marzo del 2012, la tercera mejor desde que se estableció.

NOVENO EUROPEO

El jugador español de 25 años se convierte en el noveno europeo que alcanza el puesto de número uno en la historia de la clasificación mundial que lidera Tiger Woods con 683 semanas de líder, seguido por el australiano Greg Norman (331) y Ballesteros es el sexto con 61 semanas que ocupó el primer lugar.

Rahm, como se esperaba, sintió la presión de la transcendencia histórica y personal que tenía el último recorrido del torneo Memorial en el Muirfield Village Golf Club, diseñado y dirigido por el legendario estadounidense Jack Nicklaus.

Pero supo controlar sus emociones y las condiciones adversas de fuerte viento y ligera lluvia para hacer una primera mitad recorrido impecable de dos birdies.

Algo que no sucedió al inicio de la segunda cuando la comenzó con un bogey y siguió con otro doble en el undécimo hoyo para hacer un cuarto en el decimocuarto lo que hizo que Palmer, su rival directo, se colocase a solo tres golpes de los -10 que tenía el golfista español.

Pero Rahm se reencontró con su mejor juego en el decimosexto hoyo al hacer el birdie, que luego fue invalidado por aplastar la hierba ante del tiro que lo dejó con otro bogey, pero que le aseguró el gran triunfo en el torneo y entrar a la historia del golf.

El jugador español se llevó un premio en metálico de 1.674.000 dólares y 500 puntos para la clasificación de la FedEx Cup.

Palmer, que entregó tarjeta de 74 golpes (+2), ganó un premio de 1.013.700 dólares y 300 puntos para la FedEx Cup, como segundo clasificado.

Mientras que el inglés Matthew Fitzpatrick acabó tercero con 283 golpes (-5) y su compatriota Matt Wallace compartió el cuarto puesto con el australiano Jason Day, ambos con 284 golpes (-4).

CON POLÉMICA

Rahm, quien comenzó el día con una ventaja de cuatro golpes, fue todo lo que necesitó para asegurar la victoria y superar a McIlroy, que acabó en el puesto 32 con 292 golpes (+4), los mismos que tuvo el español Sergio García.

Rahm tuvo siempre bajo control el marcador y aunque su ronda del domingo no fue sobresaliente, fue mucho mejor que el resto de los golfistas que superaron el corte, incluido Woods, quien volvió después de más de cuatro meses de ausencia y acabó en el puesto 40 al sumar 294 golpes (+6) al hacer entrega de la última tarjeta con 76 golpes (+4).

La polémica del hoyo 16 no desmereció el golpe que había dado Rahm, al que el mismo calificó como uno de los mejores que había tenido durante el torneo, en declaraciones a la cadena CBS nada más concluir el recorrido.

"Afortunadamente, sin duda saqué de forma brillante la mejor oportunidad de juego corto que haya tenido", señaló Rahm en CBS. "Golpeé a un par de dioses esta semana, pero eso fue increíble ... Para que eso entrara, era exactamente lo que necesitaba".

Sin embargo, en la revisión de la jugada por parte de los jueces observaron que Rahm había aplastado la hierba de forma ilegal durante la preparación del golpe, y eso motivó que tras concluir el recorrido, rectificasen su tarjeta para cambiar el birdie por un bogey, que de cualquier manera no alteró el triunfo dominante del jugador español.

Palmer, quien estaba en segundo lugar en la ronda final con su compatriota Tony Finau, fue el único que en la segunda mitad del recorrido que puso algo de emoción al dominio de Rahm mientras éste acariciaba ya la gloria de ser el nuevo número uno del mundo