0 - OLIVENZA: Santi; Bodión, Aton (Pekas, minuto 78), Ragel, Javi Castilla, Casero, Ricky (Álex Romero, minuto 66), Álex Alvero, Joaqui Flores, Portu y Borja Romero.

0 - FUENTE DE CANTOS: Sergio Pinto; Nico Márquez, Luis, Sergio Rivera, Samu López (Maya, minuto 86), Isaac, Sylla (Míchel, minuto 74), Diego (Gustos, minuto 52), Melli, Obissa (Aguinaco, minuto 46) y Mario.

Árbitro: Galayo Castro. Mostró tarjeta amarilla a los locales Borja Romero, Javi Castilla y Álex Romero; y a los visitantes Diego, Sylla y Melli.

Incidencias: Partido disputado en la Ciudad Deportiva de Olivenza ante unos 100 espectadores.

El Olivenza quiso pero no pudo. También el Fuente de Cantos, que al menos alarga a cuatro los partidos seguidos sumando (0-0) gracias a las intervenciones de su portero, el mejor en el duelo en la Ciudad Deportiva oliventina.

Arrancó el choque con intensidad, sobre todo por parte de un Olivenza que se lanzó al ataque y que puso en serios problemas a Sergio Pinto en más de una ocasión. En una de ellas, los locales acariciaron el primer gol, pero Javi se topó con el palo. Por su parte, el Fuentes de Cantos se mantenía atrás sin dejar espacios y dejando toda la responsabilidad ofensiva a Sylla, que no dejó de intentarlo con disparos lejanos. En los últimos compases de la primera parte los de Antonio Rueda pusieron una marcha más y cerca estuvieron de sorprender al rival con un lanzamiento que se marchó lamiendo el larguero.

En la reanudación parecía que se igualaron las fuerzas y el primero en probar fortuna fue Nico con un disparo alto. A raíz de esa acción, el Olivenza despertó y volvió a mostrar su versión más ofensiva, volcados hacia la portería rival con un Joaqui Flores eléctrico. Pero en todo momento apareció el guardameta Sergio Pinto muy seguro y saliendo sin miedo ante los constantes centros laterales.

La emoción llegó hasta el tramo final con constantes idas y venidas, aunque en la última acción apareció Luis para cortar un contragolpe clarísima para el Olivenza. Sin tiempo para más, el cuadro local se quedó con la miel en los labios tras generar las ocasiones más claras.