La máquina verde, gripada al inicio de la temporada y que se ha ido poniendo a punto con el devenir de los partidos, ya funciona casi a la perfección. Los jugones del Cacereño llegan en forma a uno de los momentos clave de la temporada. Lo dejaron claro el domingo en el duelo contra el Azuaga, cuando Álex Caramelo, Pablo Platero y, sobre todo, Jorge Barba, deleitaron con su clase a los aficionados.

Y a la fiesta faltaba otro de esos jugones, Teto, renqueante aún tras sus problemas físicos. «Después de la lesión le está costando más de la cuenta la recuperación, cuando pierde el balón le cuesta», reconocía el técnico Julio Cobos, que sin embargo ya ve brotes verdes para la vuelta del mejor ‘Messi del Batán’. Hoy [por el domingo] ya le he visto mejor», apuntaba para destacar a continuación el regreso de otro de los ‘pequeñitos’, Carlos Andújar.

En la línea de salida para volver están Rubén Carrasco, que el domingo estuvo ya en el banquillo, y Javito, que desde la semana pasada realiza algunas partes del entrenamiento junto al resto del equipo. A ambos espera tenerlos ‘a tope’ para la segunda fase de la competición, que comienza el primer fin de semana de abril. También a Gustavo. «Tener más efectivos siempre es bueno, hay más competitividad».

Pero la magia la ponen Barba, Platero y Caramelo. Su despliegue técnico del domingo convirtió al Cacereño en un ciclón, sobre todo en la primera media hora, donde el Azuaga no podía más que defenderse. El primero había llegado al conjunto verde con la vitola de gran jugador y poco a poco ha ido mostrando su calidad.

Un sutil centro de Platero lo convirtió en el 1-0 Capelo. No era fácil, pero el punta demostró que es otro de esos jugadores en crecimiento. «Podrá estar más o menos acertado, pero siempre se deja la piel. Ya tenemos gente para tener el balón y él nos da la posibilidad de romper al espacio. Es un jugador muy generoso y en muchas ocasiones los compañeros se benefician de su trabajo». Así elogiaba Cobos al pequeño punta de Villa de Don Fabrique, que hizo dos tantos al Azuaga. El otro lo marcó tras una gran asistencia de Espinosa, al que antes había dejado ‘en franquía’ uno de los jugones, Platero, con un gran pase.

La jugada de fantasía la protagonizó Jorge Barba, el faro de este Cacereño. Robó el balón en el área pequeña, y, como si estuviera en un patio de colegio, dribló primero al defensa y después al portero y, cuando se disponía a tirar a puerta, fue derribado. Penalti transformado por Platero.

El próximo sábado en Jerez (17.00 horas) se espera que la máquina verde pare en la próxima meta:la de campeón de subgrupo. Después quedaría la que realmente importa: la bandera de cuadros que señale el ascenso.