Un seguimiento superficial de la notable temporada que está protagonizando el Sagrado Corazón Lithium Iberia en su debut en la Liga EBA puede hacer pensar que todo se debe al gran rendimiento de dos de sus tres incorporaciones extranjeras, el dominicano Jeison Colomé y el argentino Vicente Garello. Sin embargo, algo tienen que estar pesando los nacionales en un equipo que solo ha perdido tres partidos de 18 jugados y, desde la segunda plaza, mantiene intactas sus posibilidades de disputar la fase de ascenso.

Dos secundarios de lujo con los que cuenta Juan Pablo Márquez son el base Dani Holgado (Cáceres, 20-5-1996) y el pívot Adrián Parra (Benidorm, 6-3-1999), dos productos del baloncesto extermeño, como el resto de la tropa que apoya a Colomé, Garello y el también argentino Ezequiel Dentis.

«Yo me he formado en el Sagrado. También estuve en Mérida, ADC, Plasencia...», cuenta sobre sí mismo Holgado, enfermero de profesión y director de juego tirador en sus ratos libres. A veces le cuesta compatibilizar ambos mundos, ya que incluso tiene dos trabajos relacionados con la sanidad.

Parra ha vivido casi toda su vida en Badajoz y también tiene vínculos con Don Benito. Empezó muy tarde en el baloncesto, «con 16 años», asegura. Un caso raro en estos tiempos actuales, en los que cualquier chico que destaque en altura suele ser detectado pronto por los clubs. Él está en el 1,95 y había hecho fútbol anteriormente. «Pegué un buen salto con el GBP en Badajoz y me fue bien», resume. En Cáceres está estudiando Ciencias del Deporte.

Ambos ya estaban en el equipo cuando la temporada pasada se interrumpió el campeonato de Primera con el Sagrado líder invicto, lo que le dio el ascenso a EBA. «No esperábamos esto que está pasando. La idea principal era salvarnos lo antes posible ganando seis o siete partidos», coinciden. Aunque reconocen el «acierto total» en los fichajes foráneos porque «se les caen los puntos de las manos», Holgado y Parra asumen la importancia que ellos tienen: «somos una segunda unidad necesaria. Algunos partidos no hubiésemos podido sacarlos adelante sin nuestra aportación, sobre todo en el ámbito defensivo».

Y, aunque gocen de menos protagonismo en ataque, prefieren jugar en EBA que en Primera. «Fue el propio club el que nos preguntó si queríamos ejecutar el ascenso y todos dijimos que sí», desvela Parra. «Es mucho más entretenido», tercia Holgado. Como si fuesen profesionales deben seguir la consigna de tener el menor contacto posible con otras personas para minimizar el peligro del covid-19. «Ha sido un año complicado», según Parra. «A nosotros nos da más igual, pero lo malo es cogerlo y llevárselo a tu padre o a tu madre. En mi caso particular, ser enfermero me supone estar más a pie de calle», indica su compañero. En el Sagrado no ha habido positivos, una auténtica rareza en el grupo D-B, aunque apuntan que siempre hay un componente de suerte para evitarlos.

Holgado recurre al cholístico «partido a partido» para hablar de la temporada y de lo que queda. Todos quieren más y van a ir a por ello.