Baloncesto. LEB Oro

El Cáceres se desdibuja en Murcia

Un nefasto segundo cuarto corta la buena racha del conjunto verdinegro (80-64)

Raven Barber intenta anotar ante la oposición de un jugador del Real Murcia.

Raven Barber intenta anotar ante la oposición de un jugador del Real Murcia. / Real Murcia Baloncesto

Área 11

80 - Real Murcia: Clint Robinson (12), Strahinja Gavrilovic (10), André Norris (7), Jaron Martín (4), Juan Rubio (9) --cinco inicial--, Patrick Whelan (3), Diego Kapelan (8), Duby Okeke (1), Álex Hernández (18), Jefrey Solarin (8).

64 - Cáceres Patrimonio de la Humanidad: Raven Barber (10), Ferrán Ventura (6), Jorge Sanz (8), Sylvester Berg (6), Paco del Águila (3) --cinco inicial--, Jeffrey Xavier (-), Roeland Schaftenaar (14), Aitor Etxeguren (-), Devin Schmidt (17).

Marcador por cuartos: 20-16, 44-27 (descanso), 66-46 y 80-64.

Árbitros: García León, Cabrera Rosdevall y Cervantes Fernández. Sin eliminados.

Incidencias: Partido disputado en el pabellón Príncipe de Asturias de Murcia.

   

Paso en falso para un Cáceres Patrimonio de la Humanidad que cayó derrotado de forma muy clara en la pista de un Real Murcia muy superior (80-64). El primer cuarto estuvo bastante igualado, pero en el segundo los cacereños quedaron secos en lo ofensivo y los murcianos obtuvieron una renta tan amplia que prácticamente sentenciaba el resultado. Así y aunque después con todo desvirtuado los números de los visitantes no fueron tan malos, la victoria de los locales fue algo más que cómoda.

Ambos comenzaron a muy buen ritmo y con una buena presión defensiva, por lo que la igualdad en el marcador sería la tónica durante los primeros compases. Así tras un par de primeros minutos sin mucho acierto se entró en una vistosa fase de intercambio de golpes en la que los extremeños respondían a todas las canastas de un equipo murciano que siempre jugó a favor de marcador aunque sin superar los dos puntos de renta (8-6 en el tres). Entonces las defensas se ajustaron bastante más, volvieron a verse demasiados errores y alguna pérdida; y el Real Murcia lo aprovechó para ponerse +4 arriba.

Jorge Sanz, con el balón, y Aitor Etxeguren durante el partido ante el Real Murcia.

Jorge Sanz, con el balón, y Aitor Etxeguren durante el partido ante el Real Murcia. / Real Murcia Baloncesto

En el inicio del segundo apareció Schaftenaar (22-20 en segundos) pero también habría más despistes graves de los visitantes y eso impidió que el marcador se igualara. El Cáceres intentó entonces conseguirlo desde la línea lejana pero lo fallaba todo y tras más de tres largos minutos sin puntos, Roberto Blanco decidió parar el partido (máxima local con el 28-20). Acto seguido Ferrán Ventura lanzaba los primeros libres de la tarde pero sólo metió uno, evidenciando los muchos problemas de anotación en esta manga, pues cabe decir que en los siguientes dos minutos sólo anotaría un tiro libre más.

Entre medias al Real Murcia Baloncesto le dio tiempo a meter la directa y romper el luminoso de manera contundente: 44-27.

No hubo mejoría en el reinicio y por enésima vez los verdinegros exhibieron falta de ideas y su peor puntería. Hombres como Barber o Paco del Águila estaban desaparecidos, el segundo además duró poco en pista porque cometió la tercera falta personal, y eso unido a cualquier acierto local, como un triple de Norris para igualar la máxima con el 47-29, dejaba al equipo de Blanco contra las cuerdas.

Los verdinegros exhibieron falta de ideas y su peor puntería en muchas fases del partido

Así y sin dejarse ir el equipo dejaba unas sensaciones tan débiles (57-32 en el siete) que incluso podían llegar a ser sonrojantes. De ahí a la finalización de la tercera manga el equipo sólo pudo que mejorar y con él efectivos como Schmidt, pero a todas luces estaba claro que no sería suficiente (66-46).

El Real Murcia Baloncesto no quiso hacer sangre y por eso la penitencia cacereña no fue tan dura. De hecho al Cáceres Patrimonio de la Humanidad le daría tiempo a maquillar sus estadísticas y en definitiva el mal partido (75-60 en el seis), pero nunca le alcanzó para inquietar lo más mínimo a su oponente. A la conclusión 80-64.