Fútbol. Tercera División

El Coria mantiene la presión

Los celestes siguen, gracias al gol de Pino (0-1), en la pugna por las dos primeras plazas, imposibles ya para el Dioce

Los jugadores del Coria celebran el gol de Fernando Pino.

Los jugadores del Coria celebran el gol de Fernando Pino. / JOSÉ PEDRO JIMÉNEZ

P. T.

0 - Diocesano: Miguel, Fran, Kerkich, Ginés, Patxi Dávila, Monte (Jaime Herrera, min. 64), Javi González, Jorge Rastrojo, Cano (Germán, min. 64), Luismi y Víctor Felip (David Andrada, min. 78). 

1 - Coria: Álex, Carlos García, Mahillo, Carlao, Ismael, Alejandro, Álvaro (Chencho, min. 51), Iván Fernández, David López (Giráldez, min 73), Pino y Chema Martín (Antonio, min. 62).

Gol: 0-1: minuto 20, Pino.

Incidencias: Pablo González Umbert. Amonestó a los locales Kerkich y Javi González y a los visitantes Alejandro, Carlos García, Carlao, David López, Chema Martín, Iván Fernández, Pino, Antonio y Dani Aparicio (banquillo).

Incidencias: Estadio Manuel Sánchez Delgado. 200 espectadores. 

Victoria por la mínima del Coria en casa del Diocesano (0-1) gracias a un ‘embrujado’ gol de Fernando Pino, tanto que mantiene a los de Rai en la pugna por las plazas de ascenso directo, de la que quedan fuera ya los colegiales.

El partido transcurrió de forma inversa a lo que suele ser habitual. El valiente planteamiento de ambos técnicos contribuyó al inicio vistoso y abierto; se volvió más táctico y controlado tras el gol, cosa también poco frecuente; y fue de pocos acercamientos en el último tramo, fruto, sin duda, del cansancio que apareció en muchos de los protagonistas y que impidió un empuje final de ninguno de los dos equipos, muy castigados por las bajas.

Salió el Coria a mandar en el partido, sin parecer importarle que eso supondría dejar espacios para las transiciones de los de Adolfo Senso. Y así sucedía. Los celestes atacaban en estático, pero se chocaban contra la defensa colegial que montaba rápidos ataques cada vez que recuperaba la redonda.

Triple ocasión colegial

El mayor peligro local llegó, sin embargo, en una jugada a balón parado que supuso una triple oportunidad: una falta lateral lanzada muy cerrada por Cano la sacó la defensa bajo palos; el rebote lo cabeceó Víctor Felip y fue de nuevo despejada por un defensor antes de que traspasara la línea de gol; el rechace lo remachó Kerkich, pero el balón impactó en su compañero Patxi Dávila que estaba también bajo palos.

Antes de marcar el gol, Pino dio un recital de ganar balones aéreos y plantear segundas jugadas para sus compañeros. Pero fue en un error en la salida desde portería de los locales, donde la presión cauriense surtió efecto. Robaron el balón y le llegó al brocense que, desde la frontal del área, disparó al poste, el balón botó detrás de Miguel, y el efecto lo devolvió al interior de la portería.

Pino espera a sus compañeros para celebrar el gol del Coria.

Pino espera a sus compañeros para celebrar el gol del Coria. / JOSÉ PEDRO JIMÉNEZ

El tanto frenó el ritmo del partido. El Diocesano acusó el golpe mientras que el Coria parecía sentirse más cómodo. Solo se volvió a animar algo hacia el final del primer acto en el que pudieron empatar los colegiales en un balón largo que Ismael cedió de cabeza a su portero sin percatarse de que Álex había salido para despejar, y la pelota salió rozando el poste de la meta vacía.

Tras el descanso, Rastrojo hizo una transición portentosa de área a área, pero Ismael apareció providencial en el último momento para evitar el gol de su exequipo.

Después se invirtieron los papeles iniciales. El Diocesano dominaba mientras que el Coria intentaba montar las contras, y el partido se tornó feo, plagado de interrupciones por faltas y tarjetas.

Una falta lateral lanzada por Cano se envenenó y obligó a Álex a meter la manopla que evitaba el empate. El Coria lo intentó con un balón en largo que ganó Iván Fernández a la zaga local, pero, muy forzado, no remató con acierto.

Cansancio al final

El cansancio era ya manifiesto, sobre todo en los colegiales, renovados algo con los cambios en los que aparecen siempre jugadores juveniles que gozan de minutos de calidad y en cantidad, pero que no fueron suficientes para encontrar el camino hacia la portería del Coria.

En el descuento, Giráldez le robó un balón en el centro del campo a Ginés que se rehízo para conseguir recuperarlo cuando el delantero encaraba ya al portero local.

Con esta derrota, el Diocesano se queda sin opciones de ascenso directo y casi son inexistentes las que tiene de alcanzar la cuarta plaza que le exima de la primera eliminatoria del playoff. Cuarta plaza que se ha asegurado el Coria, pero que ahora solo piensa en asaltar una de las dos que dan la gloria por la vía rápida.