La noche fue larga en Badajoz tras la enorme decepción del no ascenso ante el Amorebieta (0-1) y pocos pudieron conciliar el sueño. Pero la familia blanquinegra es grande y según pasan las horas se va recuperando el ánimo y la ilusión por la próxima temporada en la Primera RFEF siendo el Badajoz, emblema del fútbol regional junto a su amigo inseparable, el Extremadura.

Los aficionados reaccionaron a la eliminación con palabras de ánimo para los suyos tras una extraordinaria temporada con triste final, en la única derrota en casa cuando valía incluso el empate. El club encontró consuelo en la letra del himno blanquinegro: «en los buenos momentos, y en los malos también…» y el mensaje de numerosos abonados apostando fue claro, como el de la peña La Resaca: «Queremos nuestro abono ya».

El tiempo irá también desvelando muchas interrogantes: las decisiones de futuro que tomará el presidente Joaquín Parra, la continuidad del entrenador, de los jugadores clave...A este proyecto inicial de tres años para ascender a Segunda le queda el tercer asalto tras caer en la semifinal 19-20 ante el Barcelona B por penaltis y en la final 20-21 ante el Amorebieta por 0-1.

El exitoso camino iniciado por el Badajoz tiene que llevarle al éxito del fútbol profesional, más temprano que tarde, aunque conscientes que en este juego todo es posible como se demostró en la noche del sábado. Será momento de reflexionar y seguir creciendo, apoyados en una masa social impresionante.

Lágrimas

Los futbolistas, comprometidos al máximo con el escudo, se encuentran muy afectados por la eliminación. El técnico Fernando Estévez declaró entre lágrimas en la noche del sábado, tras el partido, que «hay un vestuario roto, hay una afición rota, reconozco a los jugadores el esfuerzo, compromiso y todo lo que han puesto en el terreno de juego. Hay un vestuario que está llorando entero como el cuerpo técnico que lloramos la mayoría, como un grupo de trabajadores que están llorando. Hemos merecido más pero ha sido insuficiente».

El entrenador granadino añadió que «hemos puesto todo, nos hemos dejado la vida, lo hemos intentado mañana, tarde y noche, tratando de dejar pocos detalles al azar pero al final el deporte quizá es tan bonito porque a veces es tan cruel y duele. Esta derrota llega en el momento más inoportuno y duele en el alma».

Estévez insistió en que la derrota fue «muy dura por la temporada que hemos hecho e incluso por el partido», resaltando que su equipo acumuló «ocasiones suficientes» ante el Amorebieta, rival al que felicitó por su ascenso. «Hemos puesto todo y hemos merecido más, siendo cruel con nosotros el deporte», enfatizó.

También indicó que analizarán durante la semana el partido, pero la sensación de Fernando Estévez es que «jugamos en campo de ellos, no sólo teniendo el balón sino opciones suficientes de finalización, con una jugada dudosa en el área que no utilizaré como excusa. No ha sido suficiente y a un partido esto puede pasar».