Superado el varapalo de no ascender directamente, el Coria se ha reactivado este lunes con una idea muy clara: se la jugará en La Isla, en su campo, ante su gente, una afición que no ha dejado nunca de animar ni de creer. El jueves se le escapó al conjunto celeste la clasificación directa a la Segunda RFEF, pero sabe que en el playoff, la segunda bala para subir, tendrá siempre el factor campo a su favor. Primero este domingo ante el Jerez (19.30 horas) y después, si gana, volverá a jugar en su estadio el domingo 6 de junio contra el ganador del Moralo-Diocesano (domingo, 19.00).

«Se va a generar un ambiente precioso», predice Jesús Manibardo, director deportivo del Coria, que tiene en mente a todos los aficionados que se desplazaron el pasado jueves hasta Cáceres, medio millar, pero también a todos esos que están en cada partido y no dejan de lanzar mensajes de ánimo, tanto dentro como fuera del campo.

El Coria llega fuerte a las semifinales por el ascenso. No ha logrado el billete directo para la Segunda RFEF, pero ha sido el mejor equipo de la segunda fase, en la que ha sumado 12 puntos, no ha perdido partido alguno (tres victorias y tres empates) y solo ha encajado un gol, el del Cacereño.

El Coria ha sido el equipo que más puntos ha sumado en la segunda fase en el grupo de ascenso

«No subir el jueves fue un palo», reconoce Manibardo, «porque estuvimos muy cerca. Siempre hemos tenido muy caro que nuestro primer objetivo era ascender directamente y si no lo conseguíamos, ser el mejor colocado para el playoff». Lo primero no está, lo segundo sí. Y eso, dice el director deportivo celeste, «nos va a permitir aprovechar nuestro campo, a nuestra gente». El Coria solo ha perdido dos partidos como local, ambos en la primera fase, ante Moralo (0-2) y después contra el Extremadura B (1-2).

Un partido diferente

Coria y Jerez se han visto las caras en dos ocasiones en poco más de mes y medio. Primero en el Manuel Calzado, donde empataron sin goles. Después en La Isla, donde el conjunto celeste fue muy superior. «Pero el del domingo va a ser un partido diferente», advierte Manibardo, que recuerda que los templarios no se jugaban nada el día que visitaron Coria y ahora «van a llegar con la moral fuerte, muy motivados y sin nada que perder, lo que quizás hace que sean más peligrosos».

En el apartado físico, la única preocupación el Chencho, que acabó con un fuerte golpe el partido ante el Cacereño, ante en el conjunto celeste no creen que haya problemas para que juegue el domingo.