El cargamento de medallas que acumuló durante su carrera en Juegos Olímpicos, Mundiales y Europeos no supuso una distancia entre la exnadadora de sincronizada Gemma Mengual y los niños de El Perú Cáceres Wellness, el centro deportivo que acogió una clase suya este martes para difundir técnicas de su especialidad y, sobre todo, valores de igualdad. 

Entre sus iniciativas actuales --que han incluido la participación en espectáculos televisivos como Bailando con las estrellas y El Desafío-- está ayudar a la Federación Española de Natación con su carisma y experiencia a través de ‘Nadar es vida’. «Es un programa con el que queremos que la natación esté regulada y sistematizada desde edades muy tempranas, que los niños aprendan de una manera correcta», contó Mengual, de 44 años, sin duda una de las deportistas españolas más grandes de todos los tiempos. También compartió secretos sobre natación artística --la denominación de la ‘sincro’ que se pretende que sea habitual-- con un grupo de chicos y chicas. «Queremos que sea un formato divertido y que se familiaricen un poco con ella», añadió.

En su nueva vida, en la que asegura no echar de menos la alta competición, disfruta transmitiendo la pasión por su especialidad, que se va abriendo a la práctica masculina. «Es una buena experiencia. La respuesta es muy buena y todos se lo pasan muy bien. Al fin y al cabo, es bailar en el agua y no tiene por qué haber diferencias de género. Hay que normalizar esa igualdad. Cada vez hay más chicos que cada vez que se animan y es estupendo», explicó.

Había que ver la cara de ilusión de los niños, desde luego. «Es importante que hagan un deporte y que lo disfruten, incluyendo los valores de sacrificarse, compartir, exigirse para mejorar uno mismo. Eso es necesario en cualquier aspecto de la vida», añadió. Y no pasó por alto lo que puede parecer obvio: «es muy importante para los que somos padres que nuestros niños aprendan a nadar. Estás mucho más tranquilo en la piscina o en la playa».

Curiosa sobre Extremadura

Mengual mostró interés por destripar mejor los secretos de Extremadura. Esta no fue su primera visita a la comunidad y ya estuvo en el propio El Perú Cáceres Wellness en 2015, cuando ejerció como madrina del curso. «Siempre voy corriendo para aquí y para allá y me gustaría conocer esto más profundamente», reconoció, emplazándose en el futuro para un viaje donde pueda recorrer de norte a sur el mapa extremeño. Los responsables del centro deportivo que la han traído saben cómo ‘seducirla’: a través de un jamón ibérico, un producto de la que se declaró «fan». 

La deportista se sintió tan cómoda que acabó contando alguna intimidad de tono rosa, «fuera de guión», como ella misma dijo. «Mi padre es un gran admirador de Extremadura por que ha venido muchas veces a trabajar. Y mi chico, aunque vive hace muchos años en Barcelona, es de aquí. Este no es un sitio más para mí», reveló.

Sonriente al máximo. SILVIA SF

La única vez que se le torció la sonrisa fue cuando se le preguntó por otra ‘grande’ del deporte femenino español, la jugadora de bádminton Carolina Marín, y la lesión de que le impedirá estar en los Juegos Olímpicos de Tokio. «Me sabe muy mal. Cuando he visto la noticia he pensado: ‘pobre’. Lleva dos años muy duros, superando obstáculos, y es mucha mala suerte. Es una chica fuerte y saldrá adelante. La volveremos a ver ganando títulos», pronosticó.

Y es que consideró que la cita olímpica en la capital japonesa será «rara» por la cuestión de la pandemia. «Prepararse ha debido ser peculiar. No van a ser unos Juegos normales, pero a algunos deportistas les habrá venido bien», aventuró con su bagaje de dos platas en Pekín-2008. Y se mostró optimista respecto a las opciones de la ‘sincro’ española: «van a hacer un buen papel. Es un equipo con mucha ilusión y lo demostraron en el Europeo. Van a darlo todo y van a estar entre las mejores, seguro».

Esperaban los alumnos, felices al máximo de compartir un rato de lujo con una leyenda. Era una visita de matiz claramente promocional, pero en eso cumplió con la misma solvencia con la que lo hacía en la piscina.