Los centrales José Antonio Espín y Paco Aguza y el centrocampista Jesús Rubio están en la agenda del Cacereño, especialmente las de su entrenador, Julio Cobos, y el director deportivo, Francis Bordallo. Alguno de ellos podría ser el próximo fichaje verde, al que le restan cinco contrataciones para completar la nómina máxima de 22 jugadores.

Dos de ellos, el defensa Espín y el medio Jesús Rubio, tienen un denominador común: su pasado en el Villanovense y las extraordinarias temporadas que protagonizaron ambos con Cobos de técnico. El primero tiene 36 años y responde al perfil de jugador experto que se quiere para el centro de la defensa, dada la juventud de Carlos Daniel, Rubén y Marvin. El último equipo del murciano ha sido el Ebro.

Mientras, el talentoso placentino Jesús Rubio (34 años) ha jugado en los últimos años en el Ejido y el Ebro (allí se lo llevó Pepe Cuevas, que ha vuelto al Villanovense) y antes en el mejor equipo serón de la historia. Tanto Cobos como Bordallo le conocen bien, al igual que al último fichaje oficial, el delantero Carlos Fernández, por su ascendencia en aquel equipo que disfrutó jugando playoff de ascenso a Segunda y midiéndose a todo un Barcelona en la Copa del Rey. 

En el último año ha militado en el Adzaneta de Albaida, en Valencia, en Segunda B, al igual que Paco Aguza. El central pacense (31 años) es la otra alternativa a esa posición. No podría llegar con Espín porque ya habría cuatro futbolistas para esa demarcación. Se trata de un defensa goleador: tiene el mejor registro del Mérida en su historia.