El próximo 5 de agosto, el jugador de tenis de mesa almendralejense Juan Bautista Pérez quedará concentrado en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid para iniciar un plan burbuja con la Selección Española paralímpica antes de viajar a Tokio, donde disputará sus segundos juegos Paralímpicos del 24 de agosto al 5 de septiembre. Una vez llegue a Madrid, Juan tendrá que realizarse test PCR y test antígenos de manera diaria. No podrá quitarse la mascarilla en ningún momento durante la concentración, a excepción de para comer, ducharse o dormir. Deberá mantener distancia social con todos sus compañeros de la burbuja y, antes de salir a Tokio, dar negativo en tres PCR durante las 72 horas previas. Pero ahí no acaba la cosa. Cuando llegue a Tokio, deberá pasar otra PCR. Y antes de llegar a la Villa Olímpica, otra más. "Es una locura el protocolo a seguir. Dan ganas de hacer las olimpiadas cuanto antes y pensar en París".

¿Ha dicho París? Sí, ha dicho París. Y es que no han comenzado los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 cuando el palista extremeño ya tiene en la cabeza estar en los de París 2024. “Cuando regresé de Río con la medalla de plata muchos me dijeron que si ya era el momento de la retirada y yo les comenté que me iba a preparar para Tokio 2020. Algunos no me creyeron. Hoy lo digo antes de viajar a Japón para que no me hagáis la pregunta. Voy a trabajar para ir también a París 2024”.

Pero eso queda ahora lejos y lo que vale es su próxima experiencia paralímpica. Juan Bautista repite en la clase 9 de tenis de mesa para discapacitados. A sus 52 años, es el deportista más mayor de los 14 que tendrá como rivales en el cuadro individual. De hecho, le saca más de 20 años al segundo mayor. “Pero ya me conocéis y la edad nunca ha sido una excusa. Para nada”, avisa.

Opciones

La competición para el tenista de mesa extremeño arrancará al día siguiente de la inauguración, el 25 de agosto. En el plano individual, Juan Bautista parte como ocho en el ranking mundial de los 14 que viajarán a Japón en su clase. Estará metido en grupos de tres palistas, de los cuales dos pasarán a los cuartos de final. Lauren Devos, un belga que llega ganados dos mundiales y dos olimpiadas es el gran favorito, pero Juan no descarta nada: “me he preparado muy bien. El hecho de no haber tenido recientemente citas internacionales por la pandemia provoca que haya mucho desconocimiento de cómo llegamos cada uno, pero es algo que nadie va a saber hasta que no arranque la competición”.

En la categoría por equipo, Juan Bautista también buscará medalla con su compañero José Manuel Ruiz, aunque la reciente lesión del granadino provoca que aquí las opciones sean más complejas. Hace unos meses, Ruiz se rompió totalmente el tendón de Aquiles y, desde entonces trabaja a contrarreloj para estar en plenitud y afrontar la cita con Juan Bautista.

En la distancia

Desde que se marcha a Madrid hasta que regrese de Tokio, Juan Bautista Pérez estará más de un mes sin ver a los suyos y sin poder estar cerca de ellos. “Esa es la ausencia que más se nota, pero tenemos que ser fuertes”, señala. Por eso, el ayuntamiento de Almendralejo quiso brindarle una despedida emotiva en el salón de plenos. El consistorio ha sido clave para la preparación de Juan Bautista, al que ha apoyado económica y logísticamente. “Tengo que agradecerle mucho al Ayuntamiento de Almendralejo y a su concejala Raquel del Puerto porque cuando nadie sabía dónde entrenar en pandemia, ellos me ayudaron a buscar espacios y tener todo a disposición por mi condición de deportista de élite. Además, con Diputación de Badajoz y Junta de Extremadura me han ayudado mucho para poder viajar a otros países y disputar las competiciones que precisaba para esta clasificación paralímpica, que me ha resultado más compleja que para Río de Janeiro”, confiesa.

Juan Bautista Pérez está preparado. Tras la plata de Brasil, el almendralejense tiene ganas de más. Japón esconde otra medalla. Otro sueño de un deportista incombustible.