Al igual que sucedió la pasada semana con los tres jugadores interiores, el Cáceres Patrimonio de la Humanidad presentó de una tacada a cuatro incorporaciones: Manu Rodríguez, Mateo Díaz, Jaume Lobo y Romaric Belemene. Pese a lo apretado del acto, sirvió paralelamente para escenificar el sólido matrimonio que mantiene desde años el club con El Perú Cáceres Wellness, el centro deportivo donde la plantilla complementa su preparación.

Introducidos por el presidente del Cáceres, José Manuel Sánchez, y el gerente de El Perú, Jorge Azcona, los baloncestistas airearon reiteradamente la ilusión que tienen depositada en su nueva aventura profesional y la implicación que se respira en el vestuario.

Lo resumió Manu Rodríguez (escolta, 1,92, Granada, 17-8-1991): «Desde el primer minuto que hablé con Roberto me transmitió unas ganas de trabajar muy agradables y muy atractivas. Vengo con la máxima ilusión de hacer una buena temporada, de ayudar al equipo, y que el club siga creciendo».  Está catalogado como alguien que puede aportar en los dos lados de la pista. «La defensa es algo que debe ser la base del juego de cada uno. Hay que dar un nivel mínimo y a partir de ahí, aportar más cosas. En mi caso, el tiro exterior es importante», explicó. Con problemas en un gemelo, reconoció no estar «al cien por cien todavía». 

Una sensación está siendo Mateo Díaz (base, 1,86, Gualeguaychú, Argentina, 6-3-2002). Él se lo toma con calma. «Sé que vengo a un club muy importante. Estoy dispuesto a aportar el máximo: dirección, defensa…», comentó. Y puso el acento en el aspecto humano: «Veo a un equipo muy unido. Todos son muy buenas personas y eso es importante porque la temporada es larga y el grupo es clave». Cedido por el Breogán, sostuvo que, pese a los elogios, «la LEB es ahora mi nivel» aunque admitió que sí trabaja «para llegar a la ACB».

Anotación y polivalencia

Jaume Lobo (escolta, 1,82, Barcelona, 31-7-1997), mostró su satisfacción por «esta oportunidad en un equipo de LEB Oro para poder continuar con mi progresión como jugador. Tengo muchas ganas de que empiece la temporada para poder darlo todo y conseguir los objetivos. Seguir aprendiendo es mi objetivo y estar rodeado de estos jugadores, cuerpo técnico y directiva ha sido la mejor decisión posible». Puso a Manu Rodríguez y a Devin Schmidt como jugadores de los que más puede aprender. «Son un lujazo. Todo lo que he visto de Devin es brutal. Estoy agradecido con la comparación con él. Nuestros estilos de juego sí que se parecen bastante: la anotación, la tendencia a lo ofensivo… pero tengo que mejorar en todos los aspectos y aportar en todo lo que pueda».

Cerró Romaric Belemene (alero/ala-pívot, 2,02, Pointe-Noire, Congo, 16-2-1997), especialmente elogioso con sus compañeros. «Tenemos un equipo con jugadores muy interesantes. Podemos competir a buen nivel y la pretemporada lo está demostrando. Tenemos muchas ganas de que empiece la liga», declaró. Sobre su posición en la pista, a caballo entre el juego exterior y el interior gracias a su exuberancia física, aseguró no tener preferencia alguna. «Donde el equipo me necesite, allí estaré», apostilló.