El Extremadura UD se juega su futuro este miércoles en Badajoz. A todos los niveles. A partir de las 11.00 horas está programada la junta extraordinaria de accionistas que tiene que aprobar un convenio de pago a acreedores como marca la Ley Concursal y que debe ser aprobado en el Juzgado de lo Mercantil. El Extremadura necesita un apoyo mínimo del 65 por ciento de los acreedores ordinarios para que ese convenio salga adelante. Este hecho sería factivble, o muy factible, si el grupo inversor Khalifa (o cualquier otro) hubiera llegado ya con el dinero por delante, ya que se habría convencido a todos los acreedores de la viabilidad del club. Resulta más difícil sin esa realidad, pero el club está gestionando y consiguiendo los apoyos para que se apruebe y luego poner encima de la mesa una solución de última hora. Y, de momento, hay optimismo en la junta directiva. 

El Extremadura tiene pendiente en créditos ordinarios una cantidad cercana a los cuatro millones de euros, es decir, la deuda que pretende aplazarse en el convenio de pagos. Necesita que 2,6 millones de lo que se debe den visto bueno a ello. 

El Extremadura ha tratado de convencer a los acreedores en que apuesten por la primera opción, que es el pago de la deuda a diez años y sin ninguna quita. Votar en contra para los acreedores tampoco tendría un beneficio ni a corto ni a largo plazo. Esto se explica porque el Extremadura no tiene a su favor bienes materiales cuantiosos que en una hipotética liquidación pudieran repercutir en el pago a acreedores. Ni el estadio es de su propiedad ni la ciudad deportiva. Carece de inmuebles y su único valor material tangible, los jugadores, quedarían libres ante una situación así. Por lo tanto, votar en contra es votar al limbo, en otras palabras. 

Caso Zarfino

En las últimas horas, el Extremadura ha recibido además una buena noticia que le quita una losa económica de encima. Y es que el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) ha dictado una resolución favorable al club en el caso Gio Zarfino. Se trata de un pleito abierto con el club uruguayo Danubio que reclamaba 1,5 millones de euros al club azulgrana en concepto del traspaso de Zarfino al Tenerife. 

El caso es que en el contrato de Zarfino con el Extremadura se contemplaba que ante una hipotética venta del jugador el 50 por ciento de los derechos económicos serían para su club de origen (Danubio) y que en caso de que no se vendiera por una cantidad de más de 3,5 millones, el Extremadura siempre tendría que pagar 1,5 a Danubio. Desde el club azulgrana siempre sostuvieron que ese contrato no estaba bien redactado y además alegaban que Danubio nunca fue vendido al Tenerife, sino cedido a cambio de 120.000 euros.

Danubio denunció al Extremadura UD y la FIFA le dio la razón, condenando al Extremadura al pago de 1,5 millones. Este pleito ha supuesto un calvario para el club, que tuvo que recurrir al TAS para buscar la razón. Lo ha conseguido y el recurso le impone sólo pagar 60.000 euros a Danubio, cantidad que se adhiere al convenio de acreedores. 

Mientras en los despachos arde todo, el equipo se refugia en los entrenamientos esperando el veredicto del miércoles. Hay jugadores que ya no quieren jugar más si antes del partido del próximo sábado ante el Badajoz no se han abonado las nóminas que se les adeudan.