El dinero no ha llegado. Se confirma la peor de las noticias para el Extremadura UD, que ha estado pendiente de la llegada de un milagro que no se ha producido. Este periódico puede confirmar que el administrador concursal, Bernardo Silva, remitirá en las próximas horas un escrito a la jueza de lo mercantil de Badajoz para contestar al requerimiento que la jueza le hizo el 29 de noviembre. En ese escrito informará a la jueza de que no ha entrado la inversión esperada que debería haber proporcionado viabilidad a la Sociedad Anónima Deportiva del Extremadura. La jueza debe dictar la resolución pertinente. Todo apunta a que abrirá un proceso de liquidación de la sociedad como paso previo a la desaparición del club.

No hubo milagro. Pese a que los acreedores le dieron al presidente Manuel Franganillo una oportunidad extra para buscar inversión aprobando un convenio de pago a acreedores, algo que sin dinero parecía inverosímil, el presidente no ha podido encontrar soluciones. Las palabras, las ruedas de prensa y las fotos prenavideñas han caído en saco roto. La realidad es palpable. El Extremadura no ha recibido dinero. Ni el grupo Khalida ni el fondo ruso Aquila. Nada. El presidente no ha podido revertir la situación.

La jueza dictará una sentencia y se espera que no pueda validar el convenio de acreedores por falta de capital para su cumplimiento. Es probable que abra un plazo de diez días hábiles para alegaciones. Sería la última rendija para que el dinero pudiera llegar in extremis y que la jueza, evidentemente, lo validara. Pero ya es jugar con fuego. El club, salvo sorpresa mayúscula, está abocado a la desaparición. Y su afición, aún espera que el propio club se lo comunique.