Una recta final de año tan marcada por los contagios de covid-19 solo podía terminar para el Cáceres Patrimonio de la Humanidad de esta manera: aplazando el partido que estaba previsto este martes (21.00 horas) en la pista del Almansa. Es un contratiempo a nivel de calendario para el conjunto de Roberto Blanco, que ahora tendrá que buscar una nueva fecha que difícilmente le cuadrará igual a nivel de juego, pero la lectura buena es que al menos los jugadores que han dado positivos no son los verdinegros, sino los del rival.

La historia de este ‘no partido’ de la decimocuarta jornada de la LEB Oro empezó a escribirse el domingo, cuando el Almansa notificó --sin especificar el nombre-- que había detectado un miembro de su plantilla contagiado. Inmediatamente confinó al resto y les emplazó a nuevas pruebas para el lunes. Tres de ellas dieron también positivo, lo que, aplicando la normativa --cuando hay tres o más afectados se considera brote-- facilitó que la Federación Española de Baloncesto concediese rápidamente el aplazamiento.

En el Cáceres hacía horas que ya contemplaban de forma realista esa posibilidad, por lo que no fue un desajuste. Estaba ya previsto viajar en el mismo día del partido, como sucede cada vez que la distancia no supera los 600 kilómetros. Entre la capital cacereña y Almansa hay 590.

Cuando se confirmó la noticia, el club extremeño expresó sus mejores deseos para los afectados y recogió los bártulos ya para 2022. Su próximo partido no es hasta el 9 de enero, cuando hay que visitar la cancha del Palma. ¿Cómo será la situación epidemiológica entonces? Resulta imposible preverlo, sobre todo en una competición que empieza deshilacharse: en esta jornada, al igual que sucedió en la anterior, solo se jugarán en tiempo y forma tres de los nueve partidos previstos: HLA Alicante-Acunsa Gipuzkoa, Juaristi-Leyma Coruña y Prat-Covirán Granada.

El mayor descuadre para el Cáceres es seguramente el deportivo. Si bien casi de forma milagrosa ha conseguido no tener un solo positivo en las últimas semanas --la pasada campaña no lo logró y pagó las consecuencias en forma de aplazamientos--, el parón le llega en un momento en el que estaba volviendo a jugar con eficacia y, lo que es más importante, ganando. En Almansa aspiraba a la cuarta victoria consecutiva.

Sin embargo, la realidad del covid-19 es la que es. Antes de que se conociese el aplazamiento, el técnico del Cáceres, Roberto Blanco, realizaba una larga reflexión: «Es un gran debate. Hay gente que piensa que deberíamos parar la liga y otra gente que piensa que deberíamos seguir así. Que se jueguen tres partidos en una jornada de LEB Oro no es algo atractivo para la liga, pero no es fácil. Es una competición que está cogida con pinzas a nivel económico y los clubs tienen muy medido todo. Parar la competición es condensar el calendario y habría que mirar el tema de la Copa Princesa. Había que sentarse y las personas que tienen que decidir esto tomar una decisión, pero lo normal es que nos toque a todos. En algún momento va a pasar, por muchas medidas que tomes o por algún descuido que tengas. Desde luego, no es nuevo. En algún momento jugaremos contra un equipo al que le va a faltar gente o a nosotros nos va a faltar gente, con lo que la competición no va a ser todo lo pura que nos gustaría que fuese. Todos tenemos algún conocido que sabes que está contagiado, aunque no tenga una gravedad en cuanto a hospitalización. Es complicado».