2-Cacereño: Bernabé, Espinosa, Rubén, José Martínez, Gayoso (m. 82, Aguado), Kamal, Yael (m. 66, Marvin), Jorge Barba (m.53, Bermu), Colau (m.53, Carlos Andújar), José Ramón y Solano (m. 82, Carlos Fernández).

0-Don Benito: Sebas Gil, Trinidad (m. 66, Cavaco), Alex Jiménez, Gonzalo, Alex Herrera, Santana (m. 84, Essoomba), Carlos López (m. 84, Makanjoula), Abraham Pozo, Turmo (m. 66, Isa Drahmme), Raly Cabral y David Agudo.

Goles: 1-0-Min. 25: José Ramón, de penalti. 2-0-Min. 75. José Ramón. 

Árbitro: Samir Amad Ahmed (Melilla). Tarjetas a los locales Kamal y a los visitantes Gonzalo, Carlos López.Roja a Drammeh (min. 91).

Incidencias: Encuentro de la jornada número 22 de Segunda RFEF disputado en el Príncipe Felipe ante 2.147 espectadores (cifra oficial). Alrededor de 200 dombenitenses.

El Cacereño continúa bendecido los domingos. Ganó al Don Benito (2-0) en un derbi en el que fue nítidamente inferior, pero en el que su puntería se elevó varios cuerpos por encima de la de su rival. La consecuencia de la bendita coyuntura para sus intereses es la consolidación del segundo puesto para el decano y el castigo para los rojiblancos, de nuevo en territorio pantanoso tras encadenar cuatro malos resulados. El fútbol es practicidad, y ahí el CPC volvió a triunfar, lo haga con más o menos alharacas.

Ya el primer tiempo tuvo al Don Benito como dueño ficticio del balón. De los de Roberto Aguirre fueron las mejores acciones ofensivas, que no culminaron, como suele acostumbrar el segundo equipo más anotador de liga hasta este domingo. A los siete minutos ya había obligado a Ángel Bernabé a detener tres balones

El CPC, siempre muy espeso, sin utilizar el cartabón de otras ocasiones desde el centro del campo, apenas enlazaba tres pases consecutivos ante un oponente de buen dinamismo de piezas y toques en torno al balón. Gobernaba Abraham Pozo de referencia inexcusable con su facilidad de generar juego desde posiciones de media punta y eran amenazas constantes Raly Cabral y David Agudo, beneficiarios además de una circulación de balón impoluta del exverde Carlos López.

El equipo calabazón flirteó con el gol durante este tiempo, especialmente en una combinación elaborada con remate a quemarropa de Raly Cabral que se fue incomprensiblemente fuera. Era el minuto 21 y la afición local ya rumiaba que aquello no iba a ser fácil. La visitante se frotaba las manos. Lógico todo.

Fue la antesala del 1-0. Un balón largo fue peleado por Rubén Solano, cuyo movimiento escorado en el área fue contrarrestado innecesariamente por Gonzalo, que hizo penalti al trabar al punta verde, la peor de las decisiones que debió tomar. Transformó con solvencia en gol José Ramón (1-0-min.25).

Más opciones visitantes

El cuadro rojiblanco no se amendrentó y con un empuje considerable escribió su particular guión como gobernador de la pelota. Fruto de ello tuvo otra oportunidad diáfana con un centro y un cabezazo al limbo de Turmo en inmejorable posición. El Don Benito no se lo creía. La grada (en Preferencia tardaron en entrar buenas parte de los seguidores por un problema a la hora del control) tampoco.

El Cacereño no encontraba la brújula. El trivote Kamal-Jael-Barba, tres futbolistas talentosos, no funcionaba y eran los visitantes los que seguían avisando. Apenas otra esporádica jugada de Solano amenazó algo a los dombenitenses, autoconvencidos de que podrían al menos empatar.

Por idéntica tónica transcurría el segundo tiempo. Hasta tres ocasiones clarísimas desbarató Bernabé a tiros de Abraham Pozo y David Agudo, por entonces ya el más entonado de los visitantes. Providencial el meta de Velada antes de que Julio Cobos reajustara su equipo dando entrada a Bermu y Carlos Andújar, primero, y después a Marvin para colocar a tres centrales y que el fútbol combinativo hacia adentro del Don Benito no crear un estropicio.

Público de Preferencia, de fondo. José Ramón levanta las manos, de espaldas. Carla Graw

La sola presencia de los dos primeros incorporados al duelo cambió la dinámica del partido. A campo abierto, Andújar hizo mucho daño. Montaron un par de contras los verdes y metieron el miedo en el cuerpo a su oponente, que cada vez lo tenía más difícil porque el cambio de sistema local había dado resultado.

En un robo de balón de Andújar, la generosidad del de Villagonzalo le puso el gol a José Ramón Fernández, que hizo el tanto a placer (2-0, min. 75). El manchego sigue de menos a más en la temporada. Futbolista clave en la felicidad y el equilibrio de un equipo que ya debe centrarse en quedarse en zona caliente.

A partir de ahí se acabaron las hostilidades. Ambos dieron el duelo por concluido. Los locales pudieron hacer algún gol más con un tuya mía de los dos protagonistas del 2-0,pero hubiera sido casi un pleno.

Roberto Aguirre intentó, sin éxito, revolucionarlo todo con la entrada de varios futbolistas, pero ya era demasiado tarde. Uno de ellos, Isah Drammeh, cometió la infantilidad de autoexpulsarse ya en tiempo de prolongación, algo que enojó al técnico. y con razón.

El Cacereño había cumplido. Y lo había hecho como de vez en cuando ganan los que consiguen posteriormente los objetivos: no siendo mejores que su rival. Eso, en el fondo, tiene mérito. Mucho mérito. 43 puntos y subiendo.

Julio Cobos y Roberto Aguirre, autocríticos

Contento pero autocrítico, así estaba Julio Cobos, técnico del Cacereño, al final del duelo contra el Don Benito. Estaba feliz por la victoria, pero con un regusto amargo «porque no hemos hecho nuestro mejor partido. Sumar los tres puntos es importante, pero no podemos esconder que, sobre todo en el primer tiempo, no hemos sabido entender el partido. Han estado por encima de nosotros». Explicaba que era un partido para «transiciones y para buscar la espalda de la defensa » y que, cuando lo hicieron, consiguieron resultados. «Pero no hemos estado finos con el balón», reiteró. Los cambios de la segunda parte permitieron mejorar al equipo, aunque también defendió lo que sucedió antes. Y también se congratuló de los buenos minutos de Carlos Andújar: «Ha sumado mucho y eso es buenísimo para el equipo».

No estaba contento, no podía estarlo, Roberto Aguirre, entrenador del Don Benito. Pero tampoco buscó ninguna excusa ni se escudó en que su equipo hubiese merecido más ante el Cacereño. «Los jugadores han hecho un buen partido, pero han cometido errores y es de justicia pagar por esos errores». Y el foco lo puso en sí mismo, porque evitar esos fallos, dijo, es algo que se trabaja durante la semana. Otro error que se atribuyó a él mismo fue el de Isa Drahmmeh, expulsado en el 92 tras dar un cabezazo a José Martínez. «Me voy muy cabreado, se ha equivocado, nos ha hecho mucho daño. Me arrepiento tajantemente de haberlo sacado al campo», añadió, elogiando la labor del resto de futbolistas, que «han mantenido la madurez y entereza en el terreno de juego para tratar de conseguir algo más». J. J. T.