El Extremadura UD, tras 15 años de fuertes emociones, fútbol profesional y una noria indescriptible de acontecimientos, pasará a la historia como otro de los clubes extremeños engullidos y enterrados por los problemas económicos. Su presidente, Manuel Franganillo, anunció en sala de prensa que tras la segunda incomparecencia del primer equipo este pasado fin de semana y la irremediable expulsión de la categoría, el club entrará en proceso de liquidación, independientemente del recurso que la propia entidad presentó el pasado jueves y que todo apunta (el propio Franganillo lo ha comentado) que no tendrá recorrido por el cese de actividad de la sociedad anónima deportiva.

En una rueda de prensa calmada, reflexiva y cargada de arrepentimientos, Franganillo ha mostrado su cara más desconocida: la de un presidente apenado y abatido por la desolación que produce la desaparición del Extremadura UD para su pueblo Almendralejo, su gente y para su entorno más inmediato. Ha reconocido que no han sido fáciles los últimos meses y que lo ha intentado hasta el final, pero terminaron no fructificando las tres operaciones abiertas para inyectar capital de la pasada semana.

No ha querido culpar a nadie de la incomparecencia del equipo en Ferrol, y mucho menos a los jugadores últimos de la plantilla, pero considera que podría haber habido soluciones con algo más de tiempo. “He estado buscando el dinero hasta el final. Aquí ha habido un factor clave que ha sido el incumplimiento del Grupo Khalifa con su contrato. Nadie puede dudar de mi amor por el club y el trabajo que le he dedicado, aunque tristemente nos hayamos visto abocados a esta situación”.

Franganillo se ha mostrado muy arrepentido de haberse separado de la afición, de la prensa y de muchas personas que habían dedicado su amor por el club durante años. “No he sido capaz de gestionar esta situación. Estaba empecinado en salvar al club con dinero y quizá estaba perdiendo una serie de valores como los de nuestra afición”.

Reconoce que quiere marcharse sin rencor y deseando que pronto haya un grupo de personas que puedan crear nuevos proyectos para el fútbol en Almendralejo. “Aquí hay gente válida y no creo que tardemos en ver nuevos proyectos. Almendralejo necesita fútbol”. Eso sí, dejó claro que no irá en primera persona en ninguno de estos nuevos proyectos. “Mi etapa se ha acabado”, pero no dudará en apoyar a los proyectos que puedan nacer de forma empresarial.

También ha reconocido que no le preocupa que el concurso le pueda declarar culpable y tener una serie de responsabilidades con los acreedores y que para cuestiones jurídicas habría que contactar siempre con el administrador concursal, Bernardo Silva. “Tiene que dar ahora él esas respuestas”

Terminó diciendo que “pido perdón porque era algo muy bonito lo que habíamos conseguido y ahora me siento triste y apenado”.