Mario Tomé: «El triunfo es que el sueño fue verdad»

El capitán del Llerenense hace balance de la temporada histórica del club

Equipo y afición del Llerenense tras el partido de la final en Las Rozas

Equipo y afición del Llerenense tras el partido de la final en Las Rozas / cedida

Ya va quedando muy poco de la dolorosa derrota en la gran final por el ascenso porque en Llerena tienen claro que «el triunfo es saber que el sueño ha sido una realidad». Las palabras son de Mario Tomé, el capitán de un Llerenense que ha rozado un histórico ascenso a Segunda RFEF, pero que no pudo hacer nada en una final que perdió el pasado fin de semana 0-4 ante el Ourense CF.

Llerena despierta del sueño, pero lo hace orgullosa de sus jugadores y de su equipo. «Tenemos sentimientos contradictorios porque sabemos que en el momento más importante de la historia del club nos salió el peor partido. Pero por otra parte, hoy paseas por Llerena y te cruzas con el panadero, con el de la gasolinera o con cualquier vecino y te dice a la cara lo orgulloso que se siente de nosotros. Y eso es muy especial», reconoce un llerenense de cuna.

Llerena se queda sin ascenso, pero el último mes ha dejado un legado de fútbol y de emociones que va ser fundamental para que el club pueda vivir más temporadas importantes. «Ha sido un año especial, donde no lo hemos pasado bien al principio, pero lo del final ha merecido la pena».

La afición vivió en Madrid una jornada histórica. En la retina quedarán momentos como los cánticos de la grada hacia sus jugadores con el partido sentenciado o esa foto de familia de jugadores y aficionados celebrando sobre el césped de una final perdida que, en realidad, habían completado una campaña de ensueño.

«Hoy más que nunca, estoy tranquilo y orgulloso de haber dejado todo en una temporada. Muy feliz de haber recalado en esta familia llamada Llerenense. Pedir disculpas por cuatro minutos de mierda y elogiar a mis jugadores que son un ‘11’ en todos los sentidos» escribía el técnico Luismi tras el encuentro. Su futuro aún es incierto, como el de muchos jugadores. El mensaje de Cristo en redes también sonaba a despedida. Vendrán otros, pero el sentimiento del Llerenense se ha encendido más que nunca.