Con permiso de la gran Loida Zabala, orgullo del deporte paralímpico regional, el almendralejense Francisco Jesús Rodríguez González, que curiosamente comparte generación del 87 con la deportista de Losar de la Vera, ha roto un nuevo techo para la halterofilia extremeña al conquistar la medalla de plata en los Juegos Internacionales del Mediterráneo que se están disputando en Atenas (Grecia). La hazaña la consiguió este pasado fin de semana en la categoría de 96 kilos después de levantar 145 kilos en dos tiempos y en 115 kilos en arrancada. «Ha sido una alegría tremenda y, desde luego, un paso más para este deporte que empieza a conocerse más que nunca en nuestra tierra», contaba este lunes Jesús desde el aeropuerto de Atenas antes de emprender regreso a casa.

Y es que esta medalla de plata significa la primera medalla internacional para la Federación Extremeña de Halterofilia desde que recobró vida en 2017. Después de 35 años sin actividad, un grupo de jóvenes del ahora Club Atlético San José de Almendralejo de halterofilia decidió restablecer la federación y las competiciones para extremeños. «El nombre es un recuerdo al desaparecido San José de fútbol, que a muchos de nosotros nos educó en valores desde pequeño», confiesa Jesús.

No es fácil que la halterofilia se haga hueco en el deporte extremeño, «pero lo estamos logrando a base de entrenamientos, esfuerzo y buenos resultados. Hemos tenido ya medallas en campeonatos de España y los chavales de abajo vienen fuerte». Extremadura no tenía licencias hace cinco años. Ahora cuenta con más de una treintena, «que para ser Extremadura está muy bien», reconoce Jesús que además de ser medallista internacional es el presidente de la Federación Extremeña de Halterofilia.

Sacrificado

Jesús trabaja en el gimnasio Q Fit de Almendralejo «y por mi trabajo puedo compaginar bien los entrenamientos, pero hago una media de unas 20 horas semanales para entrenar». Algo complicado para otros. 

Y, ¿se puede ser profesional de la halterofilia? «Claro que se puede, pero sólo pueden vivir de ello los campeones y deportistas top. El resto es imposible».

Sabe este almendralejense de 34 años que llegar a unos Juegos Olímpicos es casi imposible, pero reconoce que haber quedado por delante de olímpicos en Atenas ha sido un gran salto. Un boquete al techo de la halterofilia extremeña que ha despegado y, de momento, avanza sin límites.