Paula Josemaría se ha apuntado a la épica. Tras superar la ronda de cuartos de final del Valladolid Master con problemas en el brazo izquierdo (que sigue tocado), en semifinales se ha sobrepuesto a un golpe de calor para colarse en la que es su cuarta final del mes de junio, octava de la temporada. La extremeña y Ari Sánchez se impusieron este sábado en un duelo muy complicado a Marta Marrero y Lucía Sáinz en algo más de dos horas y tres sets: 6-4, 2-6 y 6-2. Este domingo (10.00 horas) volverán a cruzarse con las número uno, Alejandra Salazar y Gemma Triay en una final que se ha repetido ya en siete ocasiones esta temporada.
Pleno en junio para Josemaría y Sánchez, que cerraran el mes jugando todos los partidos que se podían jugar: 18. En un mes de cuatro torneos su momento de juego no ha podido ser mejor. De las citas anteriores han ganado en Marbella y Viena y perdido en Toulousse. Las dos últimas jugando el partido definitivo ante Salazar y Triay.
Con Josemaría mareada desde el inicio del segundo set, Ari Sánchez volvió a multiplicarse. Qué clase y qué generosidad la de la jugadora reusense. «Quiero pedir disculpas a Lucía, a Marta y a Juan (Alday, el entrenador de ambas) porque no es fácil jugar en una situación así, pero Paula estaba muy mareada», decía la catalana al final, cuando también agradecía el apoyo del público:«Este partido lo hemos ganado gracias a ellos».
La primera manga se la apuntaron Josemaría y Sánchez con relativa facilidad. Neutralizaron la pegada de Sáinz y, sobre todo, la de Marrero, excompañera de la extremeña. Se permitieron el lujo de cerrar con un break en blanco (6-4).
Empezaron el segundo set igual, ganando su servicio en blanco. Ocho puntos seguidos que hacían presagiar un paseo hacia la final. Pero no. Sáinz y Marrero también ganaron el suyo el blanco y a continuación quebraron el de las rivales. Ahí Josemaría ya daba muestra de mareo. Con 1-2 en el marcador pidió la asistencia del médico. El partido se paró.
Volvió, pero sin estar al cien por cien. Josemaría estaba muy parada en la pista y a pesar de los esfuerzos de Sánchez, Sáinz y Marrero igualaron la contienda (2-6).
Pero ese set perdido lo aprovechó la moralejana para ir recuperando sensaciones y dejar atrás la sensación de mareo. Entró al tercer set con otra cara, con su sonrisa habitual y al cuarto juego, tras sufrir en el tercero con su servio, quebraron el de las rivales. Ahí empezaron a hacerse un hueco en la final. Sáinz y Marrero, la dupla número 4, peleó pro recuperar la perdido, pero las número 2, las ganadoras de tres torneos este año, ya no iban a aflojar y este domingo lucharán por su cuarto título.
