-¿Alguien podría traer un par de botellas de agua donde la zona 6?

- ¿Podéis traer agua a la puerta 3?

- Y a la [puerta] 1 agua también, por favor.

- ¿A qué hora acabamos? Necesitamos saberlo.

- Y a la puerta 7 agua, por favor.

- Si podéis traer agua a los que estamos en la recta porfa.

- En la [puerta] 5 agua también.

- Agua en tribuna principal. Nos estamos achicharrando.

- Por favor, los que estamos en la recta hace un calor inhumano, pega el sol muy fuerte. ¿Hay aguas?

- Mi lengua es una pasa

- (MIEMBRO DEL STAFF) Chicos, nos han comunicado que no hay aguas. Aguantar (sic) como jabatos.

Este es un extracto del grupo de chat que tenían los trabajadores auxiliares y de seguridad del Gran Premio de Fórmula 1 de España, disputado en el Circuit de Montmeló durante el fin de semana del 20 al 22 de mayo.

Se trata de centenares de personas (los trabajadores hablan de 200) que fueron contratadas por la empresa catalana de seguridad Wakeful, con sede en el municipio de Mataró. Wakeful es una contrata externa ajena al Circuit. Se encarga de gestionar el personal de numerosos eventos masivos en Cataluña, como conciertos en el Palau Sant Jordi o este tipo de competiciones deportivas, tales como la Formula 1 y Moto GP. El personal que contrata, con categoría de personal auxiliar, se encarga de acomodar en las gradas, señalar accesos o controlar entradas.

El problema, denuncian los trabajadores que se han puesto en contacto con El Periódico de España, es que la empresa no ha cumplido con lo pactado. Ni en materia de condiciones laborales (especialmente en materia de hidratación del personas), ni en cuanto a horario. Y además, dos meses después del evento, aseguran que aún no han cobrado.

Hasta 5 trabajadores de aquel fin de semana han dado su testimonio a este periódico, donde coinciden en los principales problemas que tuvieron que confrontar especialmente durante la jornada del sábado.

Horario incumplido

“Para empezar, no cumplieron con lo que nos dijeron del horario. Nos contrataban para 9 horas y nuestro horario acababa a las 4 de la tarde. Pero ellos ya sabían que no íbamos a acabar a esa hora, porque la última carrera empezaba a las 17:40 y ellos lo sabían”, asegura Claudia, una de las afectadas de aquel infausto sábado.

“Yo fui a trabajar con mi chico. Para empezar, nos citaron a las 6:30 de la mañana, pero nos hicieron fichar desde las 7. Después empezaron con la primera mentira. Nos dijeron que a las 16 de la tarde ya podríamos irnos porque habríamos acabado, cuando todos sabemos perfectamente que los horarios de la formula 1 están puestos de hace meses antes del evento y la ultima carrera de Fórmula 2 empezaba a las 17:40. Por tanto, a las 16 no habría acabado ni la Fórmula 3”, cuenta Aitana, una de las afectadas.

¿Cuál fue la respuesta a este desfase horario? Cuenta Aitana que la respuesta “me la dieron por Whatsapp y con chulería”, y muestra la contestación que recibió de la empresa: “Te garantizo que yo no lo sabía y mis compañeros tampoco, son cosas que pasan. Cuando llamé por teléfono os dije que la hora prevista eran las 16/16:30. Si ha alargado hasta las 18:30, mala suerte o más horas para cobrar el día 5, según lo mires”.

Marc, el novio de Aitana, protesta por esta respuesta: “No puedes hablarle así a un trabajador que acaba de estar 12 horas trabajando para ti. Y ni siquiera ha sido lo que nos dijo de “mas dinero para cobrar el día 5”, porque ya han pasado dos meses desde el evento y aun no hemos visto ni un triste euro. También hemos insistido llamando y escribiendo por Whatsapp, pero pasan de nosotros”.

Hasta la noche

También denuncian que pasaron de ellos desde la empresa cuando vieron el conato de revuelta: “Teníamos un grupo de Whatsapp en el que les íbamos haciendo llegar las quejas, especialmente con el tema del agua. Pero lo que hicieron fue cambiar las condiciones del grupo, para que solamente pudieran hablar los administradores. Es decir, ellos. Nos impidieron seguir escribiendo”.

Javi, otro de los testimonios consultados por este diario, explica que “hubo más problemas de horario y transporte. Yo no lo tuve porque vine en mi propio coche. Pero había gente que tenía que irse en un bus que habían habilitado para eso. Tenían que facilitar ese transporte. Pero eran las 10 de la noche y aún no les habían llevado a destino. Un amigo mío me escribió sobre esa hora para decirme que no iba a ir a trabajar al día siguiente, porque era tardísimo, aún no había llegado a casa, estaba reventado y al día siguiente empezaban muy temprano”.

Del mismo modo, Javi explica que “no fueron los únicos problemas en cuestión de horario. Querían que emplease solamente 10 minutos para comer. Cuando llevaba 12 ya me estaban llamando la atención y diciendo que tenía que volver ya a mi puesto. Cuando les dije que yo me conocía este tipo de contratos y sabía mis derechos, me dejaron estar 20 minutos”.

Rubén, otro de los trabajadores afectados, mostraba su última intervención por chat, en la que se quejaba (a las 10 de la ncohe, cuando su jornada acababa a las 4 de la tarde) de que nadie les estaba dando soluciones: "Son las 10 de la noche y aún no hemos llegado a casa. No vamos a poder dormir lo suficiente para la jornada de mañana, llegando a casa a hacer la cena y la comida para llevar al trabajo al día siguiente. Además del dinero perdido en transporte y taxi, porque estaba todo cortado. Y en el tren de Parets y Montmeló había gente para dos horas"

Sin agua

Pero el principal problema al que se enfrentaron estos trabajadores, al menos durante la jornada laboral, fue la falta de agua. Denuncian que no se preocuparon desde la organización de suministrarle botellas para hidratarse. Que las pedían y se las negaban. Y que tuvieron que pasar casi medio día al sol, en el contexto de las altas temperaturas que se están dando en España en estos días.

Carlos, otro de los trabajadores que se ha puesto en contacto con El Periódico de España, cuenta que “en la parte en la que estaba yo sí que teníamos agua, pero como si no la tuviéramos porque no se podía beber. La tenían en una especie de almacén para el material y aquello era como una sauna. El agua estaba ardiendo”.

No obstante, es consciente de que otros de sus compañeros “ni siquiera tenían el agua ardiendo que teníamos nosotros. Lo sé porque conozco a más trabajadores, porque me lo dijeron dos chicos con los que coincidí y porque era el problema más recurrente en el grupo de Whatsapp mientras pudimos hablar: todo el mundo pedía agua. Pasar tantas horas al sol es inhumano”, concluye.

Este periódico ha tenido acceso a algunos de estos grupos de chat, donde se aprecia la agonía de muchos de los trabajadores. Desde el “agua por favor que nos estamos achicharrando” al “tengo la lengua como una pasa”, pasando por “el calor es inhumano y pega muy fuerte, necesitamos agua”, la preocupación por la deshidratación es el leitmotif del grupo.

Como jabatos

“Nos dijeron que nos irían dando botellas de agua y tal. Nos dieron una botella de 50cl en 12h y un descanso de 20 min para comer. Lo peor de esto es que ellos te seguían mintiendo diciendo que sí que iba a haber agua. Que en 10 minutos la traían, que nos garantizaban que iba a haber mas agua. Pero no fue así”, sentencia Marc.

Las quejas no surtieron ningún tipo de efecto. Cuando la empresa por fin asumió que no iba a entregar las botellas de agua que les estaban solicitando, la persona que se lo notificaba por Whatsapp a los trabajadores se limitó a decirles que no iba a haber más agua y les conminó a que aguantasen “como jabatos”.

Un problema, por otra parte, que podría haber acabado en desgracia. Especialmente estos días. Y es que las altas temperaturas ya se han cobrado demasiadas vidas en España. El cálculo de muertes por la ola de calor en España se cifraba en 510 entre el 10 y el 16 de julio. El Instituto de Salud Carlos III sitúa el pico máximo en el pasado sábado, atribuyendo 150 fallecimientos a las altas temperaturas.

Sin cobrar

Y el último de los problemas que señalan los trabajadores es el realmente crucial: no han cobrado. “Es muy raro, porque yo ya he trabajado con Wakeful en otras ocasiones. Por ejemplo, para el campeonato de Moto GP. Ese lo cobré a tiempo y sin problema. Pero lo de la F1 aún no he visto un euro”, indica Javi.

Esta queja es generalizada. Ninguno de los trabajadores con los que se ha puesto en contacto El Periódico de España han percibido aúin la remuneración por el trabajo realizado. Por norma general cobran entre el 5 y el 10 del mes siguiente (en este caso debería haber sido entre el 5 y el 10 de junio), pero la semana pasada se cumplieron dos meses y todavía nadie les ha pagado.

Laura, otra habitual de esta empresa, desliza que no es el único evento que la empresa no ha pagado; cuenta que “a mi personalmente me habían pagado hasta ahora, aunque algunos meses se pasaban del día 10. Pero como mucho dos o tres días. Pero lo de ahora ha sido pasarse. Desde la Fórmula 1 no pagan a absolutamente nadie. Ni la formula 1 ni todos los eventos y conciertos que se han realizado después”.

Prosigue diciendo que “yo personalmente no fui a Fórmula 1, pero he ido a dos conciertos en el mes de junio: el de Camilo y el de Red Hot Chilli Peppers, los cuales no me han pagado y deberían haberlo hecho del 5 al 10 de julio”, concluyendo que “he ido a bastantes conciertos y eventos, unos 20-25. En todos, la organización es horrible. A veces he plegado a tal hora de trabajar y me han apuntado que he salido media hora antes con excusas”.

Lo mismo que Laura denuncian los demás. Ni Carlos, ni Javi, ni Aitana, ni Marc han visto aún un céntimo por su trabajo. “Llamamos, escribimos por Whatsapp… pero siempre nos dan largas. Que estaba en camino, que en breve lo recibiríamos, que había problemas con el servidor… Pero, al final, nadie nos ha pagado por nuestro trabajo”, remata Marc.

Silencio de la empresa

Este diario se ha puesto en contacto con Wakeful, desde donde rechazaron contestar a nuestras preguntas. Lo único que declaró el responsable fue que “los trabajadores, lo que tienen que hacer es ponerse en contacto con la empresa por los cauces correspondientes y no ir a un periódico”. Respecto a los impagos, el portavoz de la empresa negó “que nosotros tengamos ningún impago con nadie”.

Al ser informado de que habíamos hablado con varios afectados y ser requerido por las cuestiones del agua y los horarios, se mantuvo en silencio, no contestó a esas preguntas y rechazó dar explicaciones a este periódico. "Yo te diría que no lo publiques", fue lo último que dijo el responsable antes de colgar.

También nos hemos puesto en contacto varias veces con el Circuit de Montmeló. Pero son malas fechas para encontrar a algún responsable de estas instalaciones. Tanto la persona de prensa como el abogado se encuentran de vacaciones, por lo que no han podido contestar a las preguntas de este diario, a pesar de que lo hemos intentado por teléfono y vía email.

Y mientras, los trabajadores siguen peleando por lo que consideran que es una injusticia. No solamente tuvieron que aguantar el calor infernal de un día entero a la intemperie, con estas temperaturas y sin agua. Además de haber visto sus horarios incumplidos, ahora siguen esperando que alguien les pague o les dé las explicaciones pertinentes.