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Laura Liberal, Jesús Sánchez y Lucía Encinas, este lunes en el Multiusos.Carla Graw

Baloncesto. Liga Femenina Challenge

Lucía Encinas-Laura Liberal, el futuro del Al-Qázeres ya está aquí

Las dos canteranas, que han jugado ya en esta temporada en el primer equipo, dicen que sueñan con "llegar alto" en su club y en el mundo del baloncesto. Ambas, agradecidas por la confianza recibida

«Son dos chicas muy comprometidas con el club. Llevan haciendo las cosas muy bien muchos años. Se les dio la oportunidad en pretemporada y la han aprovechado. Doblan equipo, dicen que sí a todos los esfuerzos que se les piden y estamos muy contentas con ellas». Lo asegura Jesús Sánchez, entrenador del Alter Enersun Al-Qázeres sobre la pista del Multiusos cuando acaba de entrenar con varias canteranas de la entidad de la Liga Femenina Challenge.

Lucía Encinas Morgado (23 de noviembre de 2005, Cáceres) y Laura Liberal Giraldo (8 de mayo de 2006, Cáceres) estudian en el Norba Caesarina al tiempo que hablan el lenguaje del baloncesto de base, ese que les ha llevado a jugar en la segunda categoría, aunque con poca presencia aún. Laura, de hecho, debutó el pasado sábado en el triunfo ante La Salle de Melilla. Fueron 16 segundos, pero ella afirma sentirse feliz. A su lado Lucía, con más bagaje.

«Yo empecé en el ADC, en los típicos partidos de Moctezuma, con seis-siete años». Lucía juega de ala-pívot y ha sido una habitual de las selecciones extremeñas. «Tuve que elegir entre el violín y el baloncesto», revela. Al final se decidió por el deporte, algo que agradece especialmente a su padre («sin él no estaría aquí»), y al propio Jesús Sánchez. «Me ha inspirado confianza y me ha dado todo. No sé cómo explicarlo. Todo lo que soy ahora es gracias a él. En los momentos en los que peor estaba me ha ayudado muchísimo», comenta antes de lucir lágrimas de emoción, pero también de agradecimiento.

Mientras tanto, Laura empezó relativamente tarde. «Fue hace seis años, en el colegio Diocesano. Poco tiempo, sí. Estábamos un día en el recreo y vinieron los entrenadores del ADC y nos dijeron que si nos queríamos apuntar al equipo. Dije que sí y ahí empezó todo», explica con desparpajo alguien cuyo deporte, con 11 años, era el patinaje.

Su primer entrenador fue José Morolllón, «muy importante para mí. También tuve en el colegio a Carmen Cambero. En el infantil Paco Morcillo y David. En cadetes a Javier Domínguez, a Jesús Sánchez y también a Daniel Placeres. He estado en dos equipos normalmente», comenta la jovencísima base-escolta.

Soñando en lo alto

Por supuesto, Laura no se lo esperaba jugar, aunque fuera poco. «Estoy muy contenta. Todas las compañeras me han dado la enhorabuena y me han dicho que siga trabajando», agrega la jovencísima jugadora, que suele tener buenas notas. «Pienso llegar todo lo más lejos posible, pero no se sabe», dice Laura sobre su futuro en el basket. También quiere ser maestra tras estudiar Magisterio. «Voy a intentar compaginarlo, pero lo principal son los estudios. Sé que quiero ser profesora, aunque aún no sé de qué».

Sobre su amiga y compañera dice: «Si sigue trabajando como lo está haciendo estos años puede llegar muy lejos. Como persona me parece muy buena compañera y amiga. Llevamos años juntas. Es muy buena persona».

Del equipo asegura fijarse en todas, aunque por un momento especifica por cercanía. «Yo quiero jugar de 1-2, y entonces en las que más me fijo es el Sira Hisado, Lucía Fontela y Kate Andersen. Me fijo en las cosas que hacen bien», especifica.

Por su parte, Lucía Encinas apunta que “me gustaría llegar lejos en el baloncesto, pero si no se puede por problemas físicos, de salud o personales pues me gustaría ser o logopeda o policía nacional». ¿Su referencia en el baloncesto? No lo duda. «De este año me gustaría llegar a ser como Sara Zaragoza, ya que me parece que aprovecha mucho sus capacidades físicas y me gusta mucho cómo juega y el ambiente que crea en el equipo. Me gusta mucho tanto como persona como jugadora».

«Espero que Sheila y otras compañeras de estos años lleguen a jugar en el Challenge. Trabajan mucho y se lo merecen», apunta sobre lo que viene detrás en el club. «El año pasado me costó mucho lo de los estudios porque empecé tarde a planificar. Este año ha sido al principio, y de momento lo estoy llevando bien», comenta sobre su particular relación con los libros. «Si no trabajas ni tampoco te esfuerzas no puedes llegar a nada en la vida», dice sobre su caso particular.

Los fines de semana tienen poco margen para estar con sus amigas. «El tema de salir o no salir sí se nota. Esta mañana en clase me ha dicho una amiga que por qué no salía nunca. No se puede todo», dice Laura. «Tienes que dar preferencia a lo que quieres», añade Lucía antes de despedirse, ya seca de lágrimas y con Laura de de cómplice, soñando con el baloncesto.

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