Baloncesto. LEB Oro

Cáceres, así sí se puede perder

El conjunto verdinegro da la cara contra el Estudiantes y muestra mejores síntomas cara al futuro (62-70)

Lysander Bracey penetra a canasta durante el Cáceres-Estudiantes disputado este martes en el pabellón Multiusos.

Lysander Bracey penetra a canasta durante el Cáceres-Estudiantes disputado este martes en el pabellón Multiusos. / LORENZO CORDERO

Javier Ortiz

Javier Ortiz

62 - Cáceres Patrimonio de la Humanidad: Dani Rodríguez (0), Lysander Bracey (11), Simas Jarumbauskas (9), Kevin Bercy (15), Vaidas Cepukaitis (6) -cinco inicial- Albert Lafuente (9), Pablo Sánchez (3), Kaspars Vecvagars (5), Willy Isiani (0), Julen Olaizola (1).

70 - Movistar Estudiantes: Hansel Atencia (13), Paul Jorgensen (23), Mark Hughes (6), Sean Smith (1), Kevin Larsen (17) -cinco inicial- Adam Sola (0), Karamo Jawara (2), Héctor Alderete (0), Emil Emilov (3), Rubén Domínguez (2), Leonardo Demetrio (3).

Marcador por cuartos: 17-17, 25-37 (descanso), 42-46 y 62-70.

Árbitros: Lizama, Caamaño y Martínez. Eliminado: Cepukaitis (min. 40).

Incidencias: Decimoquinta jornada de la LEB Oro con la presencia de 1.600 aficionados en el Multiusos Ciudad de Cáceres.

La conclusión parece evidente, pese a que el desenlace fuese negativo: jugando con esta determinación, con estas ganas y hasta con estas ideas, el Cáceres Patrimonio de la Humanidad llevaría más victorias que las tres que contabiliza en la actual LEB Oro. Frente al Movistar Estudiantes no sumó la cuarta (62-70) por muy poco. Faltando un minuto solo iba dos puntos por debajo y recibió un triple desde 8 metros de Hensel Atencia que partió en dos su briosa y meritoria reacción.

Fue el momento clave de una noche para la esperanza, por qué no, aunque este equipo siga necesitando retoques porque de calidad anda justito. Eso podía ser permisible, pero no tanto la falta de ímpetu que se ha visto demasiadas veces en los últimos meses. Al menos esto no faltó esta vez y toca poner velas al mercado para que 2023 sonría un poco más.

Al final el Estudiantes es mucho más equipo, más allá del triple de Atencia en el último segundo de la posesión al que siguió otro definitivo de Paul Jorgensen. En el histórico club colegial hay jugadores de sobra para intentar regresar a la Liga Endesa. 

El inicio del Cáceres fue bueno, acaudillado por un Simas Jarumbauskas que a medida que avanzó el partido se fue metiendo en sus habituales charcos en forma de tiros sin puntería y penetraciones suicidas. Cuando se controla puede ser un buen jugador, igual que cuando su compatriota Vaidas Cepukaitis no se mete en faltas. Su segunda personal lastró el arranque en positivo, aunque el balance al final del primer cuarto (17-17) no era en absoluto malo. Dani Rodríguez jugó pese a ser duda. 

Simas Jarumbauskas, con el balón. intenta encestar.

Simas Jarumbauskas, con el balón. intenta encestar. / LORENZO CORDERO

El segundo sí resultó para olvidar, una de esas ocasiones en las que el Cáceres se bloquea absolutamente en ataque sin encontrar referente alguno. Significativos fueron los tapones que se llevó consecutivamente Kevin Bercy. Apoco que Estudiantes acertó en ataque cogió una renta que pareció peligrosa al descanso (25-37).

El paso por los vestuarios podía ser un punto de inflexión:o terminar de hundirse, lo que hubiese congelado el buen ambiente que reinó en el Multiusos, o pelear todo lo posible y vender cara la derrota. Sucedió lo segundo y además con un protagonista inesperado al mando del timón verdinegro. Albert Lafuente, uno de los jugadores más cuestionados en las últimas semanas y que no había pisado la pista en el primer tiempo, brilló con personalidad y acierto, transmitiendo un espíritu que se terminaría reflejando en el marcador poco a poco. Había partido encarando el último cuarto (42-46), con Kevin Larsen estropeando su dominio del juego con torpes gestos a la grada que le costaron una técnica.

Aquello fue la espoleta definitiva para que afición y equipo empezasen a crear de verdad en lo que hubiese sido casi un milagro. Atacando con mucha paciencia, el Cáceres fue haciendo daño, daño y daño hasta ponerse a solamente dos puntos a falta de minuto y medio (60-62). El pabellón se venía abajo y los jugadores sentían que el trabajo duro de estos días, pasando la mayor parte de ellos la Navidad alejados de sus familias, podía tener su fruto.

Una defensa colosal terminó, sin embargo, con el reseñado triple de Atencia y Jorgensen remató el trabajo. Una auténtica pena porque hubiese resultado hermosísimo acabar con la negra racha de derrotas en casa (ya son siete en otros tantos encuentros de esta temporada) de esta manera y ante semejante rival.

Queda en todo caso la sensación de que nada está perdido todavía. Lo dice la clasificación, lo dice el calendario, lo dice el empuje económico a la hora de querer fichar y, novedad, lo dice esta misma plantilla en la cancha.

Cáceres Basket - Estudiantes

Cáceres Basket - Estudiantes / LORENZO CORDERO

EL TORNEO DE MINI FUE PROTAGONISTA EN EL INTERMEDIO

Los 200 participantes del I Torneo internacional de Minibasket Ciudad de Cáceres fueron protagonistas en el descanso. Participaron San Antonio (escenario de los partidos), Sportmaking, Mérida, Eléctrico (Portugal), Maimona, Sajra de Zafra y Salesianos con una vocación no competitiva: fueron partidos sin marcador para evitar ganadores y perdedores.

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