Decía el sabio del ‘Profe Tinín’, mítico entrenador del fútbol extremeño, que los fichajes de invierno eran «melones por abrir». No sólo hacía referencia al estado físico y mental de cada jugador, sino a cómo un futbolista sea capaz de adaptarse al nuevo entorno que se le propone y a las circunstancias que haya dentro de cada vestuario. Por eso, fichar en invierno tiene más riesgos que en verano. Pero si te sale bien, te salva una temporada.
Desde luego, si había alguien con urgencias para reforzar su equipo ese era el Don Benito, al que no le quedaba otra que arriesgar para agarrarse a un clavo ardiendo de salvación. Y, de momento, ve luz al final del túnel.
El triunfo logrado en el barrio del Pilar de Madrid ante el Unión Adarve ha confirmado la buena tendencia de inicio de año para el cuadro calabazón. Tras empatar ante el Guadalajara, estos tres puntos le sacan del puesto del farolillo rojo donde ha dormido durante 14 de las 18 jornadas. Ahora el último es el Alcorcón B. Pero no sólo eso. La salvación está ahora a seis puntos. Y no parece imposible tras el 0-3 del pasado domingo.
De los seis fichajes invernales, el protagonista es Borja Domingo, un delantero centro que ha marcado 3 goles en 86 minutos de calabazón. Su hat-trick del pasado domingo le catapulta a la primera plana. Este delantero, ahora con 26 años, fue un prometedor goleador de la cantera de Paterna. En el Valencia Mestalla hizo vestuario con jugadores como Domenech, Nacho Gil o Rafa Mir, entre otros. Luego pasó también por las canteras de Deportivo y Osasuna, pero terminó anclándose en Segunda B. No gozaba en Ourense de los minutos deseados y el Don Benito le ha dado esa oportunidad que buscaba. Y de momento, cotiza ya al alza. Bassirou y Revilla también dan buenas prestaciones.
También le funcionan los cambios al Montijo, que reaccionó ganando en Socuéllamos, aunque a decir verdad, marcaron los de siempre: Fernando Pino y Cristo. Productos extremeños. Lo de Cristo es impresionante, siendo el segundo máximo goleador del grupo a sus 36 años. Un ejemplo de profesional.
Quizá al único que no le están funcionando todavía los cambios es al Diocesano, que desperdició una excelente oportunidad de haberse autoconvencido de que tiene mimbres para estar más arriba. Su resbalón ante el Cerdanyola le deja en una posición muy incómoda.
Fichajes
Como agua de mayo espera sus refuerzos Julio Cobos en el Cacereño. El equipo evidencia una pesadez tremenda en las piernas. Y además se suma ese momento ‘tonto’ de la temporada en el que no salen las cosas que uno quiere.
El Cacereño, según dejó caer el míster en rueda de prensa, hará tres refuerzos: un central y dos jugadores de ataque. Es urgente fichar gol. Se espera que el equipo dé más en lo sucesivo. Hasta Cobos, aunque el equipo es tercero en solitario. Se espera una segunda vuelta de lobos.
Empieza a navegar por la mitad de tabla el Coria, que se llevó un correctivo digno de analizar en Guadalajara. Está obligado el equipo de Urquía no sólo a entrar más conectado en los partidos, sino a ser más contundente en defensa, ya que los goles fueron muy evitables en los primeros minutos.
En alza
El que no necesita ahora mismo fichajes es el Villanovense. Decidió mantener a Gus en el banquillo porque tenía una confianza ciega en el extremeño. Supo ser paciente en los primeros partidos y, por fin, ha encadenado el cuadro serón esos dos triunfos consecutivos que le devuelven todas las fichas para apostar por el 'playoff'.
No resulta extraño que tire del barco el súper capitán Pajuelo, aunque sí que lo haga a base de goles. Dos en semanas consecutivas cuando llevaba dos temporadas y media sin marcar. En qué maravilloso momento. Pajuelo es feliz, siempre lo es en el Villanovense. A sus 35 años sigue demostrando que cualquier fichaje que venga será un melón menos dulce a su lado.