Baloncesto. LEB Oro

‘Los Pablos’ pisan fuerte en el Cáceres

El equipo cacereño deposita parte de sus esperanzas en juego exterior en Pablo Sánchez y Pablo Rodrigo, que destacan el dinamismo que reina en la plantilla verdinegra

Pablo Sánchez y Pablo Rodrigo, este viernes en el Instituto de tecnologías dentales Fones.

Pablo Sánchez y Pablo Rodrigo, este viernes en el Instituto de tecnologías dentales Fones. / A. C.

Javier Ortiz

Javier Ortiz

Tuvo el Cáceres Patrimonio de la Humanidad la ocurrencia de presentar al unísono a los dos Pablos de su plantilla 23-24, Sánchez y Rodrigo. El primero repite respecto a la temporada pasada, aunque ya como jugador en propiedad y no cedido por Unicaja, mientras que el otro llega procedente del Melilla.

Sánchez (Linares, 18-10-2002) se mostró «contento de estar aquí, en la ciudad, intentando mejorar lo del año pasado» y no vio gran diferencia en su aparente cambio de rol desde base a escolta. «Mi trabajo es ayudar. En el sitio que decida el entrenador, allí estaré», zanjó. 

Espera además tener más suerte con las lesiones, ya que el curso 2022-23 lo empezó y lo terminó fesionado. «Físicamente he llegado mucho mejor. El pasado tardé en ponerme bien», reconoció. Según su óptica, no hay diferencia entre estar cedido y estar ya desvinculado. «Siempre me enfoqué en Cáceres», indicó. 

Sobre el equipo, previó «un juego más alegre, más rápido, con el que me siento más cómodo. A la gente que venga le va a gustar» y desveló que el entrenador, Roberto Blanco, está haciendo «mucho hincapié en la defensa. Debido a nuestra juventud tendremos más intensidad que el año pasado».

El competitivo Rodrigo

Tomó la palabra entonces Pablo Rodrigo (Madrid, 7-5-2002). Sobre todo le gusta «la competitividad, dar siempre el máximo esfuerzo». Coincidió con su compañero de equipo en que su objetivo es «ayudar lo máximo posible», aparejado esto a «seguir mi progresión individual».

En su análisis como jugador, sostuvo que le gusta «mucho defender» y que en ataque se considera«un generador, sobre todo con balón, jugando el ‘pick and roll’. Además, soy un tirador de tres fiable». El 44,4% que acreditó en Melilla hace unos meses le avala en este sentido.

«Recibí la llamada del Cáceres con mucha ilusión, muy pronto tras acabar la temporada. Creo que encajo muy bien en la filosofía que se quiere conseguir. Veo al equipo con muchas ganas. Somos una plantilla muy joven. Los entrenamientos están resultando duros. Me gusta mucho este estilo. Me puedo adaptar en la posición de escolta y eso da libertad al entrenador para elaborar quintetos. Puedo jugar con el resto de bases. No es una competición entre nosotros, sino ayudarnos mutuamente», añadió.

Restó por último importancia a la lesión muscular que le hizo perderse los primeros amistosos de pretemporada, «una pequeña sobrecarga, nada del otro mundo».