Baloncesto. LEB Oro

El Cáceres va haciendo equipo

Los verdinegros, muy bien en defensa, vencen a uno de los favoritos para subir, el Valladolid

Dikembe André bota el balón ante Lotana Nwogbo.

Dikembe André bota el balón ante Lotana Nwogbo. / Carla Graw / Carla Graw

Javier Ortiz

Javier Ortiz

76 - Cáceres Patrimonio de la Humanidad: Hansel Atencia (14, Greg Gantt (15), Gael Bonilla (10), Remu Raitanen (13), Vaidas Cepukaitis (6) -cinco inicial- Dani García-Casarrubios (0), Dikembe André (8), Dani Rodríguez (6), Juanjo Santana(4), Lucas Sigismonti (0), Pau Carreño (0).

69 - UEMC Real Valladolid Baloncesto: Devin Schmidt (0), Mike Torres (21), Jan Puidet (2), Lotana Nwogbo (6), Sergio de la Fuente (8) -cinco inicial- Lambas (0), García Abril (0), Iñigo Royo (4), Lucas N’Guessan (6), Jaime Fernández (3), Romaric Belemene (10).

Marcador por cuartos: 19-16, 36-36 (descanso), 55-55 y 76-69. 

Incidencias: Partido amistoso disputado en el Multiusos Ciudad de Cáceres ante la presencia de 500 espectadores.

El pórtico a cualquier relato sobre un partido de preparación debe ser siempre el mismo: son meras pruebas y hay que relativizar igual las derrotas que las victorias. Pero siempre serán mejores estas últimas, sobre todo si, como la conseguida este miércoles por el Cáceres Patrimonio de la Humanidad, se producen ante uno de los favoritos de su competición, el Real Valladolid Baloncesto (76-69).

Luego está, claro, la cuestión de las sensaciones, de lo que transmita el equipo. Y el conjunto de Roberto Blanco, sin enamorar perdidamente --es utópico conseguir algo así a estas alturas--, sí que gustó y se gustó. Se ven cosas muy interesantes, muy distintas a las de la pasada pretemporada. Lo fundamental es que parece una plantilla mucho más hecha a imagen y semejanza del entrenador, aficionado a trabajar más con veteranos que con jóvenes, más que tipos esforzados en defensa que con estrellitas en ataque.

La defensa, sí. Es lo que distinguió al Cáceres en un Multiusos al que empezó a convencer a base de esfuerzo y compromiso, de tirarse al suelo por cada balón. Hubo fases más o menos largas del partido en las que anuló a un rival que tiene pólvora de sobra. Costó contener a Mike Torres (21 puntos), pero resultó especialmente significativo que Devin Schmidt se fuese de su antigua casa en blanco. Muy pocas veces le habrá pasado en su vida estando un buen número de minutos en pista.

El choque fue muy igualado y bastante más entretenido que el peñazo de dos horas y 20 minutos que duró el anterior amistoso en casa ante el Sporting de Portugal. Blanco, como es lógico, combinó múltiples quintetos para probar lo que se está trabajando. No pudo contar por problemas físicos con los dos Pablos, Rodrigo y Sánchez, que cuando estén ayudarán a paliar lo que sí sigue pareciendo una carencia: la aportación ofensiva de la segunda unidad.

Hansel Atencia es defendido por Mike Torres.

Hansel Atencia es defendido por Mike Torres. / Carla Graw

Sobre los titulares hay cada vez menos dudas. Hansel Atencia, camino de ser ídolo de la grada, es uno de esos jugadores que no sabes lo que va a pasar cuando tienen el balón en las manos; Greg Gantt es una amenaza constante;Gael Bonilla aparece por todas partes con una clase difícil de describir y Remu Raitanen guarda buenas rachas de tiro en su muñeca, como la que tuvo en el tercer cuarto que fue decisiva para darle la vuelta a la situación. ¿El pívot? La competición entre VaidasCepukaitis y Dikembe André va a ser espectacular y enriquecedora. El brasileño parece algo más ligero y deja guiños de interior determinante, pero debe consolidarlos.

VIDA Y CORAZÓN

La propuesta está clara:dejarse la vida para proteger el aro propio y, cuando sea posible, salir corriendo hacia el del rival. Se observan ya muy buenas conexiones, la mayoría de las cuales siendo Atencia el generador. Falta un poco de claridad ofensiva en ocasiones y también equlibrar mejor los quintetos en pista, algo que se debe ir puliendo, por descontado.

El sábado, nueva cita en el Multiusos frente al Betis (21.00 horas) y después ya solo quedará más trabajo para el estreno liguero ante el Movistar Estudiantes el 6 de octubre. Sufrir se sabe que se va a sufrir porque las limitaciones presupuestarias del club, pero lo que no es negociable es el corazón. Y este equipo va encontrando dónde está el suyo.

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