Baloncesto. LEB Oro

El Cáceres maravilla

Los verdinegros dan la sorpresa ante uno de los favoritos para ascender, el Leyma Coruña (84-81)

Gael Bonilla avanza hacia la canasta del Leyma Coruña.

Gael Bonilla avanza hacia la canasta del Leyma Coruña. / Jorge Valiente

Javier Ortiz

Javier Ortiz

84 - Cáceres Patrimonio de la Humanidad: Hansel Atencia (10), Greg Gantt (17), Gael Bonilla (22), Remu Raitanen (14), Dikembe André (2) -cinco inicial- Vaidas Cepukaitis (1), Dani Rodríguez (12), Juanjo Santana (0), Pau Carreño (6).

81 - Leyma Coruña: Ingus Jakovics (9), Ollie Lundqvist (17), Yunio Barrueta (13), Alex Galán (2), Goran Huskic (6) -cinco inicial- Sebastian Aris (0), Atoumane Diagne (11), Aleix Font (6), Alex Hernández (2), Pablo Hernández (7), Sean McDonell (8).

Marcados por cuartos: 21-24, 41-39 (descanso), 62-55 y 84-81 (final). 

Árbitros: Enrique López, Jorge Muñoz y Aitor Gómez. Eliminado: Cepukaitis (min. 38)

Incidencias: Séptima jornada de la LEB Oro. Partido disputado en el Multiusos Ciudad de Cáceres ante 900 espectadores.  

Al Cáceres Patrimonio de la Humanidad ‘le pone’ el Leyma Coruña en el Multiusos. A las significativas victorias de las dos últimas temporadas frente a un equipo superior en todos los aspectos se unió este viernes una tercera, un 84-81 final que deja un sabor inmejorable. Sin duda ayudará a afrontar con mayor tranquilidad una fase del calendario que podía haber llevado a lugares muy oscuros al equipo de Roberto Blanco en caso de cumplirse los pronósticos. Al menos ante los gallegos no fue así y, pese a que todavía quedan toneladas de sudor para conseguir la permanencia, noches así obligan al optimismo.

Más allá del resultado, es el mínimo que se le pide a los protagonistas sobre la pista de este proyecto: que se dejen la vida, que transmitan compromiso a quienes pagan abonos y entradas y ponen las vallas publicitarias. 

El partido empezó precioso, al menos en ataque, con los dos equipos muy desinhibidos mirando la canasta rival. El Cáceres encontró pronto cómo alimentar a Gael Bonilla, especialmente activo en todos los lados de la cancha. Quizás influía la presencia en la grada para observarle de Antonio Maceiras, uno de los principales ojeadores para Europa de los míticos Lakers de la NBA. Puede que el mexicano entre en el próximo ‘draft’, pero para ello tendrá que protagonizar muchas actuaciones similares a la del primer tiempo, cuando terminó con 14 puntos y 4 rebotes. Sus detalles de calidad son incuestionables; su constancia y regularidad, no tanto.

Los locales vivieron de su acierto en principio, pero no les llegó para alcanzar el final del primer cuarto por delante (21-24). El Leyma Coruña parecía divertirse, madurar el momento en el que demarrar en el marcador a base de aplastamiento porque menuda plantilla se gasta esta gente. Pareció pasar justo eso mediado el segundo acto (26-35, min. 25), ya que la segunda unidad cacereña, deteriorada sin los Pablos, Rodrigo y Sánchez, no acababa de conectar en ataque.

Cepukaitis lucha por un rebote.

Cepukaitis lucha por un rebote. / Jorge Valiente

Bonilla volvió a ponerse la capa, apoyado por los fogonazos de Greg Gantt a base de triples al contraataque y del regreso de los titulares. Rápidamente la igualdad se reestableció y el Cáceres incluso se permitió irse a los vestuarios con la delantera (41-39). La mala noticia la protagonizaba una muy discutible tercera falta de Gantt.

Apoteosis

El regreso fue explosivo, con un conjunto local creyendo muchísimo en sus posibilidades y muy agresivo, tanto en ataque como en defensa. El 57-49 (min. 26) resultaba inimaginable poco antes. Y lo mejor de todo es que el Multiusos, leyendo lo que estaba pasando sobre el parquet, empezaba a entrar en combustión. Ese es un factor poderoso, aunque desagraciadamente en los últimos años se ha dosificado demasiado. También Remu Raitanten, a veces con la etiqueta de frío su procedencia nórdica pero que desde luego, si se mete en situación, no lo es para nada.

Aunque pudo rebasar la decena de ventaja, seguro que Roberto Blanco daba por bueno el +7 para encarar el último cuarto (62-55). 

Atoumane Diagne lideró el primer intento de reacción gallega frente a un Vaidas Cepukaitis contradictorio: listísimo en el juego, pero sobrepasado en defensa. Seis puntos seguidos de Dani Rodríguez reestablecieron las esperanzas (73-63, min. 35) y Coruña intentaba aplacar su creciente ansiedad porque bien sabe que en la encarnizada carrera por el ascenso directo uno no puede dejarse victorias en canchas humildes.

El Cáceres intentaba también no dejarse vencer por la emoción y en ese sentido fue interesante que Rodríguez se mantuviese en pista en detrimento del teórico faro del equipo, Hansel Atencia.

Como podía temerse, el conjunto de Diego Epifanio dio un empujón que le llevó a ponerse muy cerca (76-73 a dos minutos) y todo empezó a depender del acierto en los tiros libres y de cómo de lejos llegaban los visitantes con sus rápidas posesiones para ganarle tiempo al reloj. 

En un final dramático, Cáceres acertó más que falló, aunque tuvo que cruzar los dedos hasta el último segundo para poder lanzarse a celebrar con su gente. En un equipo que apenas ha ganado 13 partidos en los últimos 13 meses, poder hacerlo ante uno de los favoritos supone mucho.

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