Varios jugadores del Sagrado ayudan a entrenar al Cáceres

El parón por los partidos internacionales está sirviendo estos días para estrechar más aún el vínculo entre el Cáceres Patrimonio de la Humanidad y su club vinculado de Liga EBA, el Lithium Iberia Sagrado Cáceres. Varios jugadores de este último equipo están reforzando en mayor número del habitual los entrenamientos dirigidos por Arturo Álvarez, bastante diezmados por la marcha de Remu Raitanen con Finlandia, Hansel Atencia con Colombia y Gael Bonilla con México.

Durante la campaña está siendo frecuente la participación de los dos baloncestistas a los que el Cáceres paga y juegan en el Sagrado, Lucas Sigismonti y Dani GarcíaCasarrubios. Pero este último está lesionado y varios compañeros suyos han sido reclamados por Álvarez en mayor o menor medida: Juampi Márquez, Alejandro Martínez Agudo, Kingsley Obiorah, Saikou Diallo, Ali Senghor y Nico Marina. 

El caso de Marina es el más llamativo. Todavía cadete, cumplió 15 años el pasado mes de octubre y no solamente es la mayor promesa actual del baloncesto extremeño, sino que su presencia con las selecciones españolas de su edad se ha hecho fija. El verano pasado volvió al Sagrado, su club de formación tras empezar en las Josefinas, después de un año en el Betis. En Liga EBA, que compatibiliza con partidos cadetes y juniors de los Judex, está promediando 5,3 puntos, 3,4 rebotes y 1,7 asistencias en 19 minutos en pista. 

«Todo pasa por la primera victoria, que hay que lograr cuanto antes»

El entrenamiento de la tarde de ayer fue presenciado a pie de pista por Joaquín Rodríguez, que continúa trabajando hasta el cierre del mercado en poder realizar alguna incorporación. Hay margen todavía para que incluso pueda llegar antes del choque con el que el Cáceres reanudará la competición, el 3 de marzo en la pista del Melilla.

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