Enorme exhibición del Cacereño

El Cacereño logró, quizá, su triunfo más cómodo de la temporada en el Pedro Escartín de Guadalajara (0-2). Igualó el registro logrado en la primera jornada en el Príncipe Felipe y en la primera de la segunda vuelta, el 14 de enero, ambas frente al Navalcarnero. Pero, más allá de los números, fue la sensación de superioridad y de control del juego que mostraron los de Julio Cobos, sobre todo en la segunda parte. Solo les faltó remachar a un rival herido para, además, conquistar el golaveraje particular. Ambos equipos quedan ahora igualados en la tabla con 31 puntos.

Doctor Jekyll y Míster Hyde. Ese es el Cacereño de la temporada 2023-24. El segundo peor local (apenas 10 puntos en el Príncipe Felipe) y el mejor visitante con el Ilescas, salvo que los toledanos puntuén mañana en el Municipal Villanovense. Lástima de esos puntos que se esfumaron del estadio de la carretera de Salamanca, porque hoy podríamos estar hablando de sueños de ascenso.

Este sábado visitaba a un equipo, el ‘Dépor’ Guadalajara, casi gemelo tanto en objetivos como en concepto del juego. El mismo que había asaltado el Príncipe Felipe a mediados de octubre, sembrando las primeras señales de alarma en el CPC. Una plantilla plagada de buenos futbolistas, liderados por el ‘pichichi’ de la categoría, Morcillo, en horas bajas. 

Julio Cobos mantuvo el bloque de las últimas semanas con una importante novedad: Marcos Carrillo, futbolista madrileño formado en la cantera del Rayo Vallecano, se situó en la punta de flecha de la medular, por delante de Telles y Deco. El resto, los ya habituales, con Izan asentado en la portería por quinto partido consecutivo.

COMPETITIVIDAD

De inicio, fue un partido táctico, sabedores ambos de la paridad que tenían tanto en cualidades técnicas como en la tabla. Había tanto deseo de ganar como miedo a perder. Eso deparó un choque parejo, sin colmillo, durante los primeros 45 minutos. 

El respeto mutuo fue la nota durante muchos minutos, a la espera de una jugada que decantase el partido de uno u otro lado. Tanto fue así que hubo que esperar trece minutos para que Ablanque, el capitán morado, lo intentase con la testa tras un buen centro de Álvaro Santiago. Y otros siete más para que Iván del Olmo, a centro de Arjona, cabecease sin poner en aprietos a Izan.

Tellechea, el pequeño Adri y el Cacereño

No llegaba al área rival el Cacereño, más preocupado por evitar un tanto en contra que por hacer ‘pupa’. Es la tónica de los últimos partidos, hacerse fuertes en defensa, para ir creciendo en ataque; el vértigo del descenso obliga a ser prudentes, de momento. Lo más destacable hasta el descanso fueron varios córners favorables, sin resultado, una caída de Viñuela dentro del área que los verdes reclamaron como penalti, sin que el colegiado la considerara punible, y un libre directo de Telles que se estrelló en la barrera.

Todo cambió tras el paso por los vestuarios. No porque uno u otro técnico dieran la charla a sus jugadores para provocar un cambio de actitud. Lo que pasó es que, en la primera acción tras la reanudación, Viñuela encontró una autopista por la banda derecha, penetró en el área y, un poco obligado por la falta de compañeros al remate y mucho por las facilidades que le ofreció Adri Arjona, optó por chutar a portería, fuerte y centrado, ante un Vitolo que, la verdad, pudo hacer algo más.

Iván Breñé, el goleador 'de moda' en el Cacereño

El partido se ponía de cara y tocaba aguantar el previsible arreón alcarreño. Antes, el colegiado anuló por fuera de juego otro testarazo de Tellechea que ya se celebraba entre el medio centenar de aficionados verdes presentes en la grada. No subió y lo que sí aumentó fue la presión local, entre pitidos y gritos pidiendo la dimisión de su técnico Gonzalo Ónega, otrora un ídolo en el Escartín. Pero no fueron más que fuegos artificiales de un equipo que nunca consiguió conectar con el máximo artillero del grupo.

Karim sustituyó a un cansado Marcos Carrillo y no tardó en rematar el duelo. Recibió en profundidad de Emi, aguantó en el forcejeo con Sergi Segura y definió exquisitamente con el empeine exterior, dibujando una parábola imposible para Vitolo. De no haber sido por las dudas existenciales de un equipo llamado a cotas más altas, ahí se hubiera acabado el partido.

LA SENTENCIA

Eso sucedió en el 76, cuando Cheki se pasó de frenada e impactó con la planta de su bota en la cabeza de Telles. Como consecuencia, fue expulsado (se disculpó de inmediato, consciente de su fea acción) y el mexicano estuvo unos minutos tendido sobre el césped, siendo retirado en camilla y sustituido por Sarmiento en el eje de la medular. Luego fue trasladado al hospital para ser sometido a un TAC y permanecer en observación.

En los minutos finales, estuvo más cerca de llegar el tercero de los cacereños que el primero de un ‘Dépor’ muy tocado ya. Hubiera estado bien, por aquello del golaveraje, pero no llegó. Lo más importante, la sensación de crecimiento de un equipo que va más y que aún cuenta con margen suficiente para asaltar una zona de ascenso que, a falta de completarse la jornada, está a apenas seis puntos. El próximo domingo (11.00 horas) toca refrendar el gran triunfo de este sábado frente al San Fernando canario, aunque lo de jugar en casa ya es otra historia. 

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