Fútbol. Primera Federación femenina

Delia ejerce de humilde heroína y salva al Cacereño Femenino

La portera canterana para un penalti al Barcelona B con el tiempo cumplido y el empate certifica la permanencia

Delia Baz, fotografiándose con niños al final.

Delia Baz, fotografiándose con niños al final. / José María Ortiz

José María Ortiz

José María Ortiz

0-CACEREÑO FEMENINO: Delia, María Jesús, Leivis, Lucía, Midori, Mireia (min. 57, Hernández), Larissa (min. 66, Angie Castañeda), Serracín (min. 76, Carmen Acedo), Manoly Baquerizo, Nora (min. 66, Nerea), Sonya Keefe (min. 76, Bárbara Santibáñez).

0-BARCELONA B: Meri Muñoz, Adri Ranera, Judit Pujols, Alba Caño (min. 87, Adriana Parada), Aicha Cámara (min. 74, Celia Segura), Giulia Dragoni, Laia Martret (in. 74, Martina González), Emilia Szymaczak (min. 57, Enma Martín), Lucía Corrales (min. 87, Noah Bezis).

ÁRBITRA: Patricia Gómez (Comité Madrileño). Enseñó tarjetas amarillas a las locales Carmen Acedo y Nerea y a lenternador visitante, Pol Grau. 

INCIDENCIAS: Partido de la antepenúltima jornada de la Primera Federación Femenina disputado en el Manuel Sánchez Delgado ante 827 espectadores (cifra oficial).

La protagonista se fotografiaba al final con los niños con una naturalidad a prueba de lo que había sido minutos antes: Delia Baz era una heroína deportiva de primer nivel tras detener un penalti fuera de tiempo que dio paso a la salvación del Cacereño Femenino. El 0-0 ante el Barcelona B, sin duda el mejor equipo de la Primera Federación, equivalía a la permanencia y la acción individual de la canterana equivalia a más, a mucho más, que lograr un punto.

Delia es una portera de un club que lleva muchos años trabajando con la base y que también ha sido protagonista con el equipo de fútbol playa. La futbolista, feliz también después en sus manifestaciones posteriores («me lo merezco un poquito también», vino a decir) representa, pese a todo, la humildad del esfuerzo del día a día. Estos deportistas a veces no son lo suficientemente valorados, desde luego, pero merecen el primer gran aplauso.

Con la también meta Tatiana, la capitana, que no pudo estar (en la grada volvió a ser la primera, desde luego) el Cacereño Femenino ha dado pasos hacia el frente, pese a que este año no haya ‘playoff’ de ascenso a la máxima categoría. Este equipo de las María Jesús, Carmen Acedo o Nerea, por citar a las de casa (también lo sería Bárbara Santibáñez, en realidad, y hasta Castañeda, Mireia o Baquerizo), se ha conjugado bien con las de fuera y han formado un colectivo capaz de levantar cabeza tras un mal inicio liguero y amarrar la salvación tres jornadas antes de la finalización de la liga.

Ernesto Sánchez, el técnico, ha entendido siempre muy bien la filosofía de este club. Y su trabajo estajanovista en el día a día sigue dando réditos merecidos a un equipo hecho bajo el perfil de la pelea y de la garantía de dejárselo todo en cada balón.

Sonya Keefe lucha con varias jugadoras del Barcelona B.

Sonya Keefe lucha con varias jugadoras del Barcelona B. / Jorge Valiente

Incomodidad

Eso hizo Sánchez este domingo: dibujó un partido incómodo para las finas estilistas del Barcelona, un equipo con futbolistas con presencias en la lujosa primera plantilla y que, en algunos casos, son internacionales por otros países, como varias del Cacereño. Ante eso había que nadar y guardar la ropa.

Sin embargo, los primeros minutos fueron del Cacereño Femenino, que rondó el gol en varias ocasiones, casi siempre de mano de la rapidez y habilidad de la pequeña gran Noa y la puja desinteresada por cada balón de Sonya Keefe. Esto duró apenas un cuarto de hora, lo justo para que el Barça B se pusiera las pilas y controlara la posesión.

Lo de la posesión, signo de identidad del club azulgrana, no es garantía de nada, como sabe todo amante del fútbol. La tuvo, sí, el Barcelona, pero sin apenas peligro. ¿Por qué? Bien sencillo: el Cacereño Femenino apenas dejó resquicios, especialmente en la primera parte. Controló siempre a las jóvenes catalanas, especialmente con la contundencia maravillosa de la defensora colombiana Leivis, la reina de las jugadoras expeditivas de la categoría de plata del fútbol femenino nacional.

Celebración final de la permanencia.

Celebración final de la permanencia. / Cacereño Femenino

Marcando territorio, tapando huecos, el CPC apenas dejó margen para que el talento visitante ejerciera su particular y lógica tiranía. No estuvo sometido en momento alguno, y de vez en cuando lanzó contraataques y algún tiro lejano (uno envenenado de Keefe, min. 48) estuvo cerca del gol.

El Barça también tuvo alguna, pero la verdadera llegó cuando el tiempo de prolongación decretado por la árbitra, la madrileña Patricia Gómez, se había rebasado. Fue un penalti por una mano de Leivis cuya señalización también crearía dudas. Lo lanzó Ari Arias y lo paró Delia (¿le diría algo Tatiana?, es más que probable) y aquello se festejó a lo grande. No hubo que esperar a los resultados de la tarde. Bienvenidos al territorio Delia Baz.

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