El gasóleo y la gasolina llegan de nuevo a precios récord en España

Nuevo récord. Los precios de venta de la gasolina y del gasóleo han vuelto a situarse en niveles sin precedentes en España, al compás de las subidas del petróleo de hace unos días. El carburante diésel, que concentra en torno al 70% del combustible vendido, se encuentra en un precio medio de 1,323 euros, y la gasolina sin plomo de 95 octanos, en 1,270 euros, según los datos del último Boletín Petrolero de la Unión Europea (UE).

Pero la realidad que se encuentran los usuarios cuando miran los surtidores de las gasolineras en las grandes ciudades es peor. Así, el gasóleo se sitúa ya por encima de los 1,37 euros en algunas estaciones de servicio de la provincia de Barcelona y casi en los 1,40 en otras instalaciones de Madrid. Lo mismo sucede con la gasolina. El precio del litro alcanza en algunos surtidores de la provincia de Barcelona los 1,32 euros, y los 1,34 en la de Madrid.

LLENAR EL DEPOSITO La conclusión de todo ello es que llenar el depósito de un diésel cuesta más del 35% que un año atrás y el de un vehículo de gasolina, más del 16%. Si con unos 49 euros bastaba para rellenar un depósito de 50 litros de gasóleo hace 12 meses, ahora se precisan casi 69, y para uno de gasolina, se ha pasado de 54 euros a unos 66 euros. Y lo que es peor para quienes apostaron por el diésel: desde marzo se mantiene un precio del gasóleo mayor que el de la gasolina. Mientras, el barril de petróleo mantuvo ayer la tendencia alcista del día anterior y se movió en niveles entre los 137 y los 139 dólares.

En este contexto, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) revisó ayer al alza su estimación de demanda global de petróleo para el presente ejercicio, hasta situarla en 86,9 millones de barriles diarios, lo que supone un incremento de 890.000 barriles. Para el año que viene se espera un ligero aumento del 1,1%, hasta 87,7 millones, debido a la demanda proveniente de países emergentes como China.

Por otra parte, según datos de Eurostat, España es el séptimo país de la UE con más dependencia energética del exterior, pues cubre con importaciones el 81,4% de su consumo, frente al 53,8% de media comunitaria.