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DECLARACIÓN POLÍTICA

El G-8 critica la violencia en Irán y la negación del Holocausto

Los países ricos instan también la apertura de los cruces de la franja de Gaza

Los jefes de Gobierno y de Estado del G-8 han condenado la actuación del Ejecutivo iraní tras los comicios del pasado 12 de junio y las declaraciones del presidente de ese país, Mahmoud Ahmadineyad, en las que niega el Holocausto que sufrió el pueblo judío.

Los líderes de los siete países más industrializados y Rusia ha asegurado que "deploramos la violencia postelectoral que lleva a la pérdida de vidas de civiles iraníes, las interferencias en los medios de comunicación, las detenciones injustificadas de periodistas y los recientes arrestos de extranjeros. Son inaceptables".

El G-8 ha expresado estas condenas a través de la declaración política aprobada anoche durante la cumbre que se celebra en la ciudad de L'Aquila, y que finalizará mañana.

Esos ocho países se han mostrado "seriamente preocupados sobre los recientes acontecimientos que han tenido lugar en Irán" y han pedido resolver la situación "a través de un diálogo democrático".

Oriente Próximo

En la declaración, los líderes del G-8 también se han referido al programa nuclear iraní y han expresado su compromiso para encontrar una solución diplomática a dicha cuestión.

El texto afirma que "reconocemos que Irán tiene derecho a contar con un programa civil nuclear, pero con la responsabilidad de dar una confianza basada en que el objetivo de sus actividades nucleares será siempre pacífico".

El G-8 ha repasado a la situación en Oriente Próximo y ha pedido "una inmediata liberación del soldado israelí Gilad Shalit", en manos de grupos islámicos.

Han instado a la apertura de los cruces de la franja de Gaza para el transporte de ayuda humanitaria, mercancías y pase de personas, siempre y cuando se respete la seguridad de Israel.

El documento subraya la solución de dos Estados -el israelí y el palestino- "como un interés fundamental de la comunidad internacional".

Amenaza extremista

Pakistán y Afganistán figuran "entre las máximas prioridades del G-8". "Cada uno de los países se enfrenta a diferentes desafíos, ambos presentan graves retos para su seguridad y estabilidad, que van desde las amenazas de extremistas y terroristas, mantenidos por el narcotráfico, como la pobreza y un bajo nivel de desarrollo económico".

En cuanto a Pakistán, el G-8 ha expresado su apoyo en la lucha contra los terroristas y los extremistas. "Nos comprometemos a trabajar con Pakistán, las Naciones Unidas y las agencias humanitarias para proveer ayuda y asistencia a los civiles desplazados por las luchas. Así como a trabajar con el Gobierno paquistaní para reforzar su desarrollo económico y social".

Armas nucleares

Los líderes del G-8 ha reconocido que la proliferación de armas nucleares representa una de las mayores amenazas para el Planeta.

Así, han expresado su determinación en fortalecer los acuerdos de no proliferación nuclear a través de "un efectivo multilateralismo y esfuerzos nacionales determinados".

El G-8 también ha dedicado un apartado de esta declaración a la lucha contra el terrorismo, en la que condenaron "este fenómeno en todas sus formas y manifestaciones". Han denunciado a los "terroristas suicidas y el reclutamiento de jóvenes y desfavorecidos para llevar a cabo semejantes ataques", así como el secuestro y la toma de rehenes, que calificaron como un "acto repugnante".

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