El Banco de España velará por el sueldo de la banca

El Gobierno español quiere que el Banco de España, como supervisor del sistema financiero, vigile las retribuciones variables que perciben los directivos de los bancos y cajas de ahorros y que las tenga en cuenta a la hora de evaluar el riesgo de una entidad y su gestión prudente.

Así lo explicó ayer la vicepresidenta económica, Elena Salgado, en un encuentro informativo en el que abordó las iniciativas de los países europeos de cara a las próximas reuniones de los países del G-20. Mañana se reúnen en Londres los ministros de Economía del G-20 y el 24 y 25 de septiembre, en Pittsburgh (EEUU), los jefes de Estado.

En el Ecofin (ministros de Finanzas de la zona euro) del miércoles, Francia lideró una iniciativa contra los excesos salariales de los financieros. En el foco está el sistema de retribuciones variables (bonus ) ligadas al logro de objetivos a corto plazo que se sitúa en el origen de la crisis financiera por haber servido de estímulo a operaciones especulativas de riesgo desmedido.

La iniciativa francesa contra "el escándalo de los bonus " --en palabras del presidente Nicolas Sarkoy-- ha calado entre los líderes europeos. Primero se sumó la cancillera alemana, Angela Merkel. Después, Holanda, Suecia, Finlandia y España. "Todos los países vamos a tener que seguir pidiendo esfuerzos extraordinarios a los ciudadanos --expuso Salgado--; parece razonable también que se pida un esfuerzo a los sectores que han estado en el origen de la crisis y que no siempre han actuado con ética".

España ha propuesto que el control de las retribuciones variables de los directivos "se incluya dentro del sistema de supervisión y control de riesgos de una entidad". Salgado habló de entidades en sentido amplio, no solo de bancos y cajas.

Los ministros defienden que los bonus estén ligados a rendimientos a largo plazo, que se perciban de forma gradual y que se devuelvan si no se cumplen los objetivos. En una carta a la Presidencia de la UE (Suecia), Francia, Alemania y Reino Unido piden que en el G-20 se definan reglas "obligatorias" para las remuneraciones, con "sanciones" para los incumplimientos.