El efecto de los análisis

Los inversores --y no son pocos-- que mantienen posiciones en corto en la banca española celebraron ayer el informe del banco suizo UBS que asegura no solo que las entidades financieras son responsables de la crisis española de deuda, sino que además deberían recapitalizarse en una cantidad que va de los 70.000 a los 120.000 millones de euros. Parece que a los analistas les preocupa la calidad de activos y el nivel de provisiones de la banca española, y sus estructuras de financiación, dada la excesiva dependencia de los mercados mayoristas internacionales.

Tras el análisis del banco suizo, faltó tiempo para que las ventas de los valores del sector se impusieran en el parquet . El selectivo, que parecía iba a apoyarse en los bancos para atacar su próximo objetivo de los 10.400 puntos, se vio inmerso en una oleada de toma de beneficios.

No hará falta recordar que las posiciones inversoras que apuestan por que las cotizaciones bancarias deben ir a la baja no son pocas. E interesado o no, el informe de UBS viene al pelo para hacer algún dinerillo en contra de la tendencia aparente de los índices. Así pues, Santander, Popular y Sabadell cedieron en torno al 2%. Algo menos perdieron el BBVA y Bankinter.

El fenómeno estuvo focalizado en la bolsa española. El verde prevaleció en la mayoría de las grandes plazas europeas, donde valores como el de Deutsche Bank cerraron con ganancias del 1%. Como sea, el rally de diciembre se vio interrumpido parcialmente ayer, lo que no impide, sin embargo, que el cierre semanal registre un saldo positivo del 1%, pese a que el Ibex 35 perdió ayer el 0,62%.

El incidente bancario tuvo reflejo en la prima de riesgo. El diferencial del bono español con el alemán se ensanchó en más de 10 puntos básicos. Influyó, sin duda, el escaso compromiso mostrado por Francia y Alemania con los eurobonos que defiende el primer ministro luxemburgués, Jean Claude Juncker. La reunión de Sarkozy y Merkel celebrada ayer solo sirvió para consolidar las diferencias.

Aunque no todo fue negativo. Hubo operaciones de compra. Gamesa, subió más del 6% y se desmarcó de un sector eléctrico que pagó el escepticismo de la calificadora de riesgo Standard & Poor´s sobre valores como Endesa e Iberdrola.