El Gobierno ha destinado un total de 40.000 millones de euros para sostener el escudo social que ha levantado durante la pandemia para minimizar el impacto de la crisis sobre las rentas familiares. Esta es el importe de la factura prevista hasta el 31 de mayo, cuando vence la actual prórroga de los ertes, del acumulado de prestaciones de paro, ceses de autónomos, ingresos mínimos vitales, bajas covid o exoneraciones a las empresas de la que ha dado cuenta este miércoles el ministro de Inclusión, José Luís Escrivá, en rueda de prensa.

Tras un año de pandemia, la Seguridad Social y el SEPE han dado cobertura a 8 millones de personas y 600.000 empresas mediante las diferentes prestaciones o ayudas sociales. El efecto estimado por el propio Gobierno de las ayudas desplegadas es el de un muro de contención que ha evitado que, entre otros, la destrucción del empleo fuera mucho mayor a la de 850.000 ocupados perdidos en el primer mes de pandemia, la mitad de los cuales todavía están por recuperar. De no levantarse el dique de los ertes, la Seguridad Social hubiera perdido 3,85 millones de afiliados tras el mazazo del covid.