Airbus consiguió salir de los números rojos en el primer trimestre y obtuvo 362 millones de euros de beneficio, lo que contrasta con los 481 millones de euros que había perdido en el mismo periodo de 2020, anunció hoy el grupo aeronáutico europeo. Esa mejora de la situación quedó también patente en el resultado neto operativo (ebit), que se multiplicó casi por cinco (+485%), hasta 462 millones de euros, precisó.

El consejero delegado, Guillaume Faury, consideró en un comunicado que "los buenos resultados" del primer trimestre reflejan sobre todo el buen comportamiento en la entrega de los aviones comerciales, la contención de costos y de salida de efectivo, el avance del plan de reestructuración y las contribuciones positivas de las actividades de helicópteros, defensa y espacio.

La facturación experimentó una caída del 2%, hasta 10.460 millones de euros, que se explican sobre todo por el descenso del 4% en su actividad de aviones comerciales hasta 7.272 millones de euros. La empresa atribuyó ese descenso del volumen de negocios en los aviones comerciales sobre todo a un menor volumen en los servicios. El fabricante europeo entregó 125 aeronaves comerciales en el primer trimestre, una cifra casi equivalente a los 122 del mismo periodo del ejercicio pasado, cuando el impacto del coronavirus causó un parón de la actividad aérea en el mundo y las compañías empezaron a suspender la recepción de nuevos aviones en sus flotas. Ese efecto es evidente en las cifras de nuevos encargos: en términos brutos Airbus recibió 39 entre enero y marzo, comparados con los 356 en esos tres mismos meses un año antes. Pero si se examinan los pedidos netos (integrando las anulaciones), en realidad el grupo europeo tuvo que restar en ese trimestre 61 aviones en su cartera de pedidos, cuando en el primer trimestre de 2020 había sumado 290.

El recorte de ingresos fue mínimo en el negocio de helicópteros (-2% hasta 1.177 millones de euros), mientras que en el de defensa y espacio se mantuvo estable (2.115 millones de euros). El ebit de los aviones comerciales se multiplicó por cinco en el primer trimestre hasta 343 millones de euros, mientras que aumentó un 17% en los helicópteros, hasta 62 millones. En el negocio de defensa y espacio pasó de 53 millones negativos entre enero y marzo de 2020 a 17 millones positivos en el primer trimestre de 2021.

Tras el estallido de la crisis de la covid en 2020, Airbus anunció en abril de ese año medidas de ajuste para adaptar la producción a la nueva realidad y en junio eso se convirtió en un plan de reestructuración que supondría un recorte de 15.000 empleos en su división de aviones comerciales. Un recorte que se venía a sumar a otro de 2.000 puestos de trabajo en el negocio de defensa y espacio que se había programado desde febrero del pasado año.

En España, más allá de esos ajustes que afectan al conjunto de los centros de trabajo, preocupa la situación en la planta de Puerto Real, que la dirección no duda en calificar de crítica, y cuyo futuro está en el aire. A fecha del 31 de marzo la plantilla global de la empresa era de 127.814 personas, lo que significa un 3% menos que los 131.349 al terminar 2020.

Airbus no ha modificado las perspectivas para el año 2021 que presentó en febrero, lo que significa que confía en entregar el mismo número de aviones comerciales que el pasado ejercicio y obtener un ebit ajustado de 2.000 millones de euros.