El Gobierno quiere aprobar en el Consejo de Ministros del próximo martes el límite al precio del gas acordado con la Comisión Europea para su entrada en vigor "inmediata". Y aunque todavía faltan por conocer muchos de los detalles de la propuesta, la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha confirmado que el ajuste entre el límite fijado (40 euros) y el coste real del gas en el mercado (hoy en 90 euros) se distribuirá "entre los consumidores de energía".

La propuesta enviada por España a Bruselas explica que esta compensación se realizará a través de los compradores de energía, bien sean comercializadoras de electricidad que luego venden a los clientes o consumidores que van directamente al mercado, según explica Javier Colón, de Neuro Energía. Y lo harán en proporción a la cantidad de energía que compran.

Es decir, no serán las empresas que generan electricidad las que interioricen esa diferencia entre el precio límite y el real, sino las que le compran esa energía. En España hay alrededor de 312 comercializadoras de electricidad (según el informe de la CNMC con datos del primer trimestre de 2021), si bien los grandes grupos (Iberdrola, Endesa, Naturgy y EDP) copan más del 80% de la cuota de mercado.

Estas comercializadoras repercutirán previsiblemente el cargo a los consumidores a través de la factura de la luz, tanto en el caso de los consumidores del mercado regulado como de los consumidores del mercado libre, según explica Colón que pone dos ejemplos: "Si el cliente con un contrato indexado antes pagaba 230 euros por megavatio-hora, ahora tendrá que pagar 130 euros más un extracoste de unos 20 euros. Mientras que en el mercado libre, si tiene un precio fijo, seguirá pagando ese precio fijo (por ejemplo 180 euros), más extracoste de 20 euros".

Los consumidores serán quienes hagan frente a esa compensación, pero la cantidad es muy inferior a la que pagan ahora, pues pagarán solo por el gas que realmente se utiliza para generar energía y, además, lo harán de forma distribuida entre todos los consumidores, no solo los del recibo regulado. Hasta ahora, por cómo está diseñado el mercado (sistema marginalista), el consumidor paga el precio del gas también cuando se producía con renovables porque todas las tecnologías se retribuyen al precio de la última que entra en la subasta.

De esta forma, el grueso de la financiación recaerá sobre las compañías generadoras de electricidad que sufrirán "una reducción muy importante de los beneficios extraordinarios" que percibían cuando empleaban para producir electricidad "otras tecnologías que no se han visto afectadas en sus costes y son retribuidas al máximo precio", según afirmó la vicepresidenta Teresa Ribera en el Congreso de los Diputados este miércoles.

Según Ribera, los consumidores con tarifa indexada al mercado mayorista –el 40% de los consumidores domésticos-- y el 70% de los consumidores industriales que compran directamente en el mercado mayorista notarán una rebaja en su factura de en torno al 30% durante el periodo de un año (el primer mes, según estimaciones realizadas con los datos del mercado y el simulador de la CNMC la diferencia podría ser superior a la mitad del recibo de marzo), mientras que los consumidores en el mercado libre "cuando se actualicen las tarifas" sufrirán un incremento "muy moderado", "muy por debajo de las reducciones asociadas a los cargos y las reducciones fiscales".