El choque dialéctico entre el ministro de Inclusión y Seguridad SocialJosé Luís Escrivá, y el Banco de España continúa. Después de que la entidad presidida por Pablo Hernández de Cos criticara que las pensiones vayan a subir este año al mismo nivel del IPC y Escrivá le replicará que sus análisis en esta materia concreta eran "poco sofisticados", este jueves el ministro ha vuelto a la carga afirmando que el Banco de España carece de legitimidad para hablar de cuestiones de equidad y le ha instado a que se remita a hablar de pensiones cuando su revalorización pueda tener un efecto sobre la inflación. "No la tienen", ha apostillado.

"Tenemos un problema de oferta en la inflación, no de la demanda. Y los pensionistas van por el lado de la demanda. Por eso no encontrarán un solo banco central en Europa, con una excepción [el Banco de España], que digan que las pensiones no deben revalorizarse en sus países. Ninguno. Porque no tiene que ver con el proceso inflacionista actual, que es por donde el Banco Central podría entrar. Y si estamos hablando de consideraciones de equidad, los bancos centrales no tienen legitimidad para hablar de equidad. Eso se decide en el Parlamento", ha declarado Escrivá este jueves en un acto organizado por el diario 'Expansión'. 

La batalla discursiva por enmendar la reciente reforma del sistema público de prestaciones trasciende a estos dos actores y tanto desde el PP de Alberto Núñez Feijóo como desde la patronal se ha insistido en las últimas semanas en la necesidad de un nuevo factor de ajuste para contener el gasto. Por ello abogó abiertamente el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, esta semana, tanto el martes en el curso de verano de APIE, en Santander, como el miércoles en la clausura de la asamblea general de la patronal. Si bien los empresarios -que firmaron la reforma que blinda dicha revalorización que ahora critican- no han especificado cómo debiera ser a sus ojos ese nuevo factor de sostenibilidad.

El ministro de la Seguridad Social encara ahora el siguiente bloque de la reforma de las pensiones, que pretende abordar el sistema de cálculo de las futuras prestaciones -ampliando los años tomados como referencia- y el destope de las bases máximas de cotización, así como de las pensiones más altas. "La idea es ir moviéndonos a una pensión máxima mayor, que al mismo tiempo lleve a una contribución mayor", ha confirmado el ministro. Una reforma para la que no contará con el que hasta ahora había sido su principal negociador, el todavía secretario de Estado de Seguridad Social, Israel Arroyo, que le ha presentado su dimisión. Una salida comunicada con 24 horas de diferencia a la del otro secretario de Estado de su departamento, el de Migraciones, Jesús Perea.

La reforma de los autónomos, "inminente"

Escrivá también se ha referido a la negociación en curso para cambiar el sistema de cotización de los trabajadores autónomos, para la que augura una pronta resolución. Este próximo lunes hay prevista una nueva reunión entre el Ministerio y las organizaciones de trabajadores por cuenta propia, con la idea de cerrar esta carpeta.

El principal escollo todavía entre las partes son las cuantías de las futuras cuotas, aunque también hay elementos secundarios que le reclaman a Escrivá, como es el caso de la tarifa plana. Según su última propuesta, la actual se vería sustituida por una a la que solo podrían acceder aquellos autónomos que ganaran menos que el salario mínimo interprofesional. Y desde ATA le reclaman mantenerla para todo el colectivo -como hasta ahora- durante, al menos, el primer año de actividad. Sobre la actual tarifa plana, Escrivá ha considerado que es "una política legítima aunque con muy poca efectividad".