El Gobierno anticipa un 2023 en el que el empleo se mantenga en la senda de crecimiento en la que lleva instalado desde la irrupción del covid. Más trabajo y de mayor estabilidad, confiando en que la reforma laboral funcione y consiga seguir reduciendo las elevadas tasas de temporalidad que hasta ahora han caracterizado al mercado de trabajo español. Una combinación de factores que -de cumplirse- exigirá de un menor desembolso de recursos desde las oficinas del SEPE. Y para lo que el Estado ha provisionado un total de 21.278 millones de euros, el 5,2% menos que en el ejercicio pasado.

La partida asignada al Ministerio de Trabajo se ve reducida pese a que a partir del año que viene las prestaciones y los subsidios que perciben los desempleados subirán de cuantía. La revalorización un 3,6% del IPREM tendrá desde el 1 de enero del 2023 un efecto directo en los bolsillos de los desempleados que perciben cualquier tipo de transferencia del SEPE. Así como la mejora de las prestaciones de paro a partir del sexto mes de desempleo. Los beneficiarios de subsidios o prestaciones ascienden ahora mismo a 1,79 millones de personas, sobre un total de 2,9 millones de parados.

Las estimaciones de la Seguridad Social apuntan en esa previsión de descenso del paro. Concretamente la tesorería general calcula recaudar el 3,7% menos de cotizaciones de parados que cobran la prestación y que aportan una parte de la misma al erario público en concepto de futuras prestaciones.

Esa mejora de las previsiones de ocupación la comparte también la Seguridad Social en cuanto a la provisión de fondos para el cese de actividad, el conocido como paro de autónomos. Según recoge el libro amarillo de los Presupuestos, en 2023 hay una reserva de 51 millones de euros, 24 millones menos que el año pasado, cuando las últimas restricciones covid todavía dieron derecho a los autoempleados a percibir algún tipo de ayuda de este tipo.

Fomento del empleo

Frente a la rebaja en la partida para políticas de empleo pasivas -aquellas pensadas para proteger a las personas que están en paro-, los Presupuestos también contemplan un aumento de las políticas activas de empleo -aquellas pensadas para que la gente encuentre trabajo-. Concretamente la partida destinada a tales menesteres está cuantificada en 8.028,79 millones de euros, el 5% más que el año anterior. La proporción entre políticas activas y pasivas continúa siendo de 3 a 1, a favor de las primeras.