Industria estratégica

2024, año de ruptura para los microchips en el mundo

El plan industrial de EEUU prevé 220.000 millones de dólares en inversiones y la creación de 40.000 puestos de trabajo

Microchip recurso

Microchip recurso / EUROPA PRESS - Archivo

Eduardo López Alonso

Los expertos auguran que este 2024 será un año crucial para la industria mundial de los microchips. Las aplicaciones de inteligencia artificial han disparado una euforia en torno a las firmas tecnológicas en bolsa y agudizado la batalla geoestratégica en el marco de las ayudas pública de la ley estadounidense del chip ('the Chips act') de 2022 que anunció inversiones por unos 220.000 millones de dólares en nuevas plantas de fabricación de microchips. Este 2024 está llamado a ser el año de 'ruptura' entre China y EEUU en la producción de chips de consumo, pero la batalla que se anuncia en cinco años será todavía más cruenta.

El presidente y director ejecutivo de la Asociación de la Industria de Semiconductores (SIA), John Neuffer, destaca que la ley estadounidense apoyarán tres proyectos relevantes de fabricación de GlobalFoundries en Nueva York y Vermont este año. El Departamento de Comercio anunció previamente incentivos para Microchip Technology y BAE Systems. Con todos estos proyectos se ayudará a impulsar la producción de chips en Estados Unidos en alas de la "seguridad económica y nacional". Las empresas del ecosistema de semiconductores han anunciado docenas de nuevos proyectos en todo EEUU. "Estos proyectos anunciados crearán más de 40.000 puestos de trabajo en el ecosistema de semiconductores y respaldarán cientos de miles de puestos de trabajo adicionales en toda la economía estadounidense", asegura Neuffer.

Los líderes tecnológicos

Pero ni siquiera la apuesta de EEUU por la independencia tecnológica va a ser capaz de compensar la delantera de Taiwán y Corea. El número de empresas capaces de producir los chips más avanzados es reducido. En concreto, solo dos empresas, Samsung (Corea) y TSMC (Taiwán), son capaces de fabricar chips de tres nanómetros (que se han empezado a producir este año). TSMC es el fabricante de chips más importante del mundo y es el único que fabrica los chips más relevantes de NVIDIA, por ejemplo. La producción de chips de dos nanómetros es actualmente el reto técnico internacional más relevante y no se espera hasta el 2027 como poco. Intel (EEUU) y Rapidus (Japón) tienen proyectos en marcha para conseguir chips de ese nivel, pero las inversiones son muy elevadas (del orden de 30.000 millones de euros por fábrica). 

Los chips de un nanómetro, el tamaño de una hebra de ADN, no se esperan antes de 2032, aunque quizá los avances en computación cuántica superen ese reto de miniaturización y supongan la ruptura tecnológica que eluda la necesidad de miniaturización.

La industria más estratégica

Los semiconductores representan el corazón de la economía digital global moderna, una industria que se espera que crezca hasta convertirse en una industria de 588.000 millones de dólares en 2024 y que estimula otros 7.000 millones de dólares en actividad económica global anualmente y sustenta una variedad de aplicaciones posteriores como la inteligencia artificial y la gestión masiva de datos('big data'). Y debido a que los semiconductores alimentan (tanto literalmente, a través de la administración de energía, como en sentido figurado, a través de la capacidad computacional) prácticamente todos los dispositivos modernos (desde teléfonos inteligentes y vehículos eléctricos hasta hornos microondas), significa que los países, y las industrias y empresas en ellos, que tienen acceso a Los semiconductores más sofisticados disfrutan de la ventaja de ser los primeros en la capacidad de desarrollar y fabricar los productos más innovadores. 

Las ayudas públicas en EEUU

Los informes de SIA muestran que China no es todavía capaz de entrar en la batalla de los microchips superavanzados, pero sí domina la producción de otros de cinco a siete nanómetros, básicos en la industria o en los móviles de consumo. Y la mayoría de expertos han alertado de que la industria china es capaz de llegar al nanómetro más pronto que EEUU. De ahí, la importancia de las ayudas públicas de EEUU a la industria local, ante una batalla geoestratégica compleja y que requiere mucho tiempo para ser alternativa de Taiwán o Corea del Sur. 

En esa batalla de los microchips avanzados, Europa no está ni se la espera. Sus planes para potenciar las capacidades tecnológicas están todavía lejos de los líderes mundiales del sector. El líder europeo de referencia es la holandesa ASML, que fabrica máquinas que pueden trabajar a escalas minúsculas, de 13,5 nanómetros. Es la excepción.

La India, el futuro líder anti-China

La estrategia internacional complementaria a la creación de una industria propia que ha elegido EEUU es aliarse con la India en el desarrollo tecnológico de microprocesadores. Un informe presentado el pasado jueves por la Asociación de Electrónica y Semiconductores de la India (IESA) apunta a que puede ser el contrapunto estratégico de China con relativa facilidad. Según este informe, "en los próximos cinco años, India tiene el potencial de ampliar su presencia en el segmento de ensamblaje, prueba y empaquetado de semiconductores a hasta cinco instalaciones y atraer fábricas que produzcan semiconductores heredados a 28 nm o más". Ampliar su presencia en la fabricación de semiconductores se basaría en la experiencia de décadas de la India en el diseño de semiconductores, donde representa el 20% de la fuerza laboral de diseño de circuitos integrados (CI) del mundo, con más de 125.000 trabajadores.

Sensible a los efectos gravitacionales de la Luna

El informe de la IESA apunta que la fabricación de semiconductores es quizá "la actividad manufacturera más compleja que emprende la humanidad". "El diseño y funcionamiento de las fábricas tiene tantos matices y es tan sofisticado que tiene en cuenta detalles tan minuciosos y granulares como los efectos gravitacionales de la Luna en las líneas de montaje. Y así, de manera similar, si los países (y los estados o regiones de los mismos) desean competir con éxito por la inversión en el sector de los semiconductores, entonces los entornos políticos y comerciales que fomenten deben estar igualmente afinados, bien elaborados y profundamente sofisticados, un hecho que se aplica tanto a Estados Unidos como a China, Corea y Japón (o India)", explica el informe. La India se enfrenta a la creación imprescindible de un entorno empresarial y político que no sólo atraiga inversiones puntuales, sino que fomente el surgimiento de un ecosistema de semiconductores profundo, activo en todas las fases clave de la producción de semiconductores; investigación y desarrollo. (I+D), diseño, fabricación y ATP, con una red de proveedores e instituciones de apoyo que impulsan un ecosistema de semiconductores globalmente competitivo en costes e innovación.