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Bofetón a Zapatero Sospechas de corrupción

La telaraña del ladrillo

Desde que Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez perpetraron la traición contra el PSOE en la Asamblea de Madrid, no han dejado de aumentar las denuncias y sospechas de que pudo tratarse de un caso de corrupción vinculado con el mundo de la construcción. La información difundida ayer por la Cadena SER, de que un empresario de la construcción de nombre Enrique Cabezas les pagó sendas habitaciones en un hotel madrileño para capear el temporal, ha disparado todas las alarmas en el partido.

DENUNCIA ANTE LA FSM

Las conexiones inmobiliarias de Tamayo salieron a la luz en noviembre pasado cuando un militante socialista denunció ante el comité de ética de la Federación Socialista Madrileña (FSM) que un sector del partido mantenía fuertes intereses en el negocio de la construcción. La acusación iba dirigida al líder de Renovadores por la Base, José Luis Balbás, dueño de ocho empresas con diversas ramificaciones societarias a través de apoderados. Pero también contenía referencias a Tamayo y su sociedad Losa Morilla, dedicada a la redacción de proyectos de arquitectura e ingeniería.

Curiosamente, María Teresa Sáez formaba parte del comité de ética. Fuentes de Renovadores por la Base sostienen que Tamayo la impuso en ese puesto con el fin de tener un confidente en el organismo disciplinario. Ayer no fue posible confirmar en la FSM la fecha en que Sáez entró en la comisión. El hecho es que el expediente subió tiempo después al comité de ética federal y, según fuentes socialistas, permanece abierto a falta de que comparezca el denunciante, Enrique Benedicto.

UN "CALENTON"

Pese a sus intentos de guardar un equilibrio en la actual crisis, Balbás no evitó escorarse ayer en favor de su acólito Tamayo, al afirmar que su actitud había sido resultado de un "calentón" por el supuesto hostigamiento al que le sometían Benedicto y su mujer, Ruth Porta, una de las personas de confianza del actual jefe de los socialistas madrileños, Rafael Simancas.

Algunos militantes de la corriente Renovadores por la Base, interesados en limpiar la imagen de su grupo, aseguraron ayer que Balbás "no es ajeno" a la decisión que tomaron Tamayo y Sáez, sea cual fuere el móvil que lo indujo a ello.

Balbás, explican, siempre ha movido los hilos desde la sombra, ya que nunca ha querido ocupar un cargo institucional en el partido. Junto al concejal Ignacio Díaz, el hoy famoso empresario se ha ocupado de las "negociaciones" para colocar a su gente en las instituciones.

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