Giscard dice que la Carta europea persigue restar poder a España

El presidente de la Convención que ha redactado el proyecto de Constitución europea, Valéry Giscard d´Estaing, confesó ayer que el texto pretende rectificar las "condiciones favorables de voto" obtenidas por España en el Tratado de Niza. En un ataque frontal a José María Aznar por su rechazo a revisar dicho tratado, Giscard destacó que "es necesario distinguir entre la actitud de los dirigentes y la de sus pueblos", dando por sentado que la mayoría de los españoles respaldan el reparto de poder que propone la Convención.

El expresidente francés argumentó que el proyecto de la Convención cuenta con el apoyo de los seis estados fundadores de la UE --Alemania, Francia, Italia y el Benelux-- y del Reino Unido, que son los que tienen "más experiencia de Europa" y representan "más de 300 millones de ciudadanos europeos".

RESPUESTA INMEDIATA

Las declaraciones de Giscard a la emisora France Iter, apenas tres días después de la inauguración de la Conferencia Intergubernamental (CIG) que debatirá el trabajo de la Convención, provocó la inmediata respuesta del presidente español y de la ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio. Para Aznar, lo dicho por el expresidente francés aclara sus verdaderas intenciones al proponer la revisión de Niza, que colocaba a España y Polonia casi en igualdad de condiciones que los cuatro grandes de la UE.

"Quiero agradecer al señor Giscard sus clarificadoras palabras, este obsequio que nos ha enviado hoy, por ese efecto de clarificación de posiciones. Es simplemente inapreciable", ironizó el jefe del Ejecutivo.

Más categórica, la ministra Palacio manifestó que los países fundadores de la UE "no son actualmente ninguna referencia" y no pueden "secuestrar la marca Europa". En declaraciones a los periodistas, tras su comparecencia en la Comisión Mixta de Exteriores del Parlamento, Palacio dijo ver "cierta nostalgia de los fundadores" y recordó a Giscard que hoy es preciso hablar de una Europa de 25 miembros.

SISTEMA "DAÑINO"

Ante los diputados y senadores de la Comisión, la jefa de la diplomacia afirmó que el sistema de reparto de votos que propone la Convención es "dañino" para el futuro de la UE, porque, en su opinión, elimina los "equilibrios fundamentales" entre los estados y disminuye la influencia de los países medianos, entre los cuales se encuentra España.

En la inauguración de la CIG, en Roma el sábado pasado, Aznar recibió duras críticas de algunos líderes de los países grandes por su reticencia a revisar el pacto de Niza. En rueda de prensa posterior, atemperó su beligerancia y se mostró "abierto al diálogo", pero no descartó bloquear el futuro Tratado Constitucional si las negociaciones del reparto de poder no son aceptables para España. El PSOE ofreció ayer su apoyo a Aznar para que defienda los intereses españoles sin "dañar intereses de terceros" y sin que Alemania "lo sienta como una agresión".