Cinco detenidos más tras la caída de la dirección etarra

Agentes de la Guardia Civil detuvieron en la madrugada de ayer a cinco personas, acusadas de ser miembros de un grupo de ETA que esperaba órdenes para cometer atentados. La operación está relacionada con la caída de la cúpula terrorista este domingo, y su origen serían las declaraciones del camionero Pedro María Alcantarilla, arrestado en Burgos. En los registros practicados en sus domicilios, los agentes se incautaron de documentación y ordenadores.

La operación, coordinada por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, continúa abierta. Uno de los detenidos es Aimar Aiartza Larrarte, localizado en Pamplona y con antecedentes por delitos de violencia callejera. Su función era la captación de nuevos miembros para la banda. Junto a él se encontraba su compañera sentimental, embarazada de ocho meses, que fue conducida al Hospital Virgen del Camino después de sufrir un ataque nervioso.

Los otros cuatro arrestados son Juan José Zarautz Lekuona y José Ramón Unanue Urdanpilleta, ambos en San Sebastián, y María Arantzazu Sánchez Larrarte y Aimar Guzón Arrese, los dos en Irún. Todos ellos pueden formar parte de un grupo de la estructura de apoyo a la banda terrorista y estarían a la espera de recibir órdenes para cometer atentados y posteriormente cruzar la frontera con Francia. Los cinco detenidos fueron trasladados ayer a la Dirección del Instituto Armado en Madrid.

77 CAPTURAS En lo que va de año, las fuerzas de seguridad han detenido en España a 31 personas por presunta relación con ETA, mientras que otras 46 se han producido en territorio francés, veinte de ellas el pasado domingo, aunque algunas ya han sido puestas en libertad.

El ministro del Interior, José Antonio Alonso, declaró ayer que los cinco detenidos ya habían dado el visto bueno para integrarse en ETA y estaban "a la espera de instrucciones", lo que demuestra la capacidad que tienen las fuerzas de seguridad para detener a activistas recién entrados en la banda.