ETA confirma el alto el fuego y la pretensión de controlar el proceso

ETA sigue empeñada en controlar el proceso de paz. El número de octubre de su revista interna, Zutabe, confirma que la banda no ciñe su actuación al diálogo con el Gobierno para resolver el futuro de sus presos, sino que pretende supervisar el diálogo político entre los partidos.

En el boletín, la banda confirma que sigue apostando por el alto el fuego y se declara dispuesta a un "nuevo esfuerzo" que reconduzca una situación que asegura que está en "crisis".

El texto de ETA está fechado en octubre, pero en él no hay referencia al robo de 350 pistolas en Francia, el pasado día 24, que causó un gran desconcierto, tanto entre los seguidores de Batasuna como en el Gobierno. Este, por boca de la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, reclamó a ETA que ratifique la tregua y aclarase si mantiene su voluntad de poner fin al terrorismo.

ETA, a través de Zutabe, responde a estas preguntas. Así, precisa que se reafirma "en los objetivos marcados en la declaración del 22 de marzo" (alto el fuego permanente) y reitera que "tiene la firme voluntad de dar una salida al conflicto mediante la negociación".

No obstante, ETA adereza su respuesta al presidente del Gobierno con varias advertencias de cariz amenazante y un ultimátum. Así advierte a José Luis Rodríguez Zapatero de que el proceso "se romperá" si el Gobierno no cumple sus "compromisos" y no hay "pasos visibles" para crear la mesa de partidos.

También condiciones para el inicio del diálogo oficial y exige que cesen la persecución y presión policial y las detenciones; que se acepte la actividad política de la izquierda aberzale, y que se "interrumpa" el "estado de excepción" sobre los presos.

El artículo también refleja que ETA pretende ir más allá del diálogo con el Gobierno. De hecho, quiere marcar pautas a los partidos en su intento de pactar las bases de la mesa en la que se debatirá el futuro del autogobierno y exige que el preacuerdo se concrete este mismo otoño, teniendo además en cuenta que debe afectar a los "cuatro territorios", esto es, Alava, Guipúzcoa, Vizcaya y Navarra.

La banda, en su séptimo pronunciamiento público desde el pasado 22 de marzo, hace un repaso a los últimos siete meses de alto el fuego, pero, sin embargo, omite la más mínima responsabilidad sobre el actual "bloqueo" del proceso de paz. Tampoco alude a la aparición el pasado mes de septiembre de tres encapuchados armados en las campas de Aritxulegi, en Oiartzum (Guipúzcoa), amenazando con proseguir con la lucha armada hasta la independencia.

RECLAMACIONES El Zutabe recopila exigencias de la banda terrorista. Avisa de que no aceptará "seudosoluciones" ni que el Gobierno intente "utilizar tácticamente el proceso e imponer un nuevo fraude a Euskal Herria". Recuerda de nuevo que la autodeterminación y la territorialidad (la Euskadi integrada por la Comunidad Autónoma Vasca, Navarra y el País Vasco francés) son los "nudos a desatar".

Por otro lado, y como es habitual, ETA carga las tintas sobre la responsabilidad del PNV y el PSOE en esta delicada situación. Además, llama a los suyos a cerrar filas y "fortalecer" el proyecto de la izquierda aberzale, pidiendo que "se haga frente" a las agresiones de los estados en lo que parece una implícita aceptación de la kale borroka.

Los partidos vascos reaccionaron ayer exigiendo a la banda que no intente "tutelar" el proceso de paz. El portavoz del PNV, Iñigo Urkullu, lamentó que los avisos de ETA se parezcan a los que preludiaron la ruptura de la tregua de 1998.