Síguenos en redes sociales:

EL CONFLICTO VASCO

El Gobierno se planta y exige a ETA que aclare si quiere romper o seguir

El Ejecutivo admite "dificultades" mientras la banda no "acredite" su voluntad de dejar las armas.

Aferrado a sus principios de ausencia de violencia y legalidad, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero se afana en mantener a flote el proceso de paz pese a la marejada que soporta en los últimos días. Amenazan el barco de la paz, el órdago de ETA al robar 350 pistolas en Francia, la continuidad de la kale borroka y los últimos pronunciamientos de la banda y sus adláteres. Pero también la acumulación de sentencias judiciales contra etarras y aberzales y la posición del PP, que endurece cada día su discurso a medida que advierte las dificultades para que el proceso progrese. Así las cosas, el Gobierno se ha plantado y exige a ETA que aclare si quiere romper o dialogar: "El proceso no va avanzar si no se acredita nítidamente la voluntad de ETA de abandonar definitivamente la violencia".

El futuro del diálogo depende de la banda terrorista, sentenció ayer María Teresa Fernández de la Vega. El Ejecutivo no tiene intención de abortar un diálogo que ni siquiera ha comenzado formalmente, reflexionan fuentes de la Moncloa, aunque asume a las claras que atraviesa "dificultades". Lo que tiene claro es que no se producirá a golpe de "presiones". Según el análisis con el que trabaja el Gobierno, es ETA quien inició el proceso al declarar en marzo el alto el fuego permanente y el único "paso" que ha dado el presidente es anunciar públicamente que dialogaría. De ahí que la banda intente, a su modo, forzar nuevos pasos del Ejecutivo. Un intento vano, según las mismas fuentes.

MAS TENSION QUE NUNCA La diferencia de este proceso de paz con anteriores, destacan en la Moncloa, es que ahora los "pulsos" no solo los lanza ETA, sino que el PP, los medios de comunicación y los jueces conservadores meten presión al negar su respaldo al Gobierno. "Ante la adversidad, toca crecerse", reflexiona un miembro del Gobierno.

Descartado lograr respaldo de los populares, el Gobierno se ve sin potencia suficiente para hacer ningún gesto que no sea reiterar su firmeza. Por eso ahora más que nunca desde que José Luis Rodríguez Zapatero diera luz verde al diálogo hace cuatro meses, toca que la banda "acredite de forma inequívoca su voluntad de dejar las armas".

El medio de "expresar" esa voluntad debe ser un comunicado de ETA, aunque el Gobierno evita pedirlo en público. ¿Y cuánto podrá aguantar el Ejecutivo esta situación de impasse ? Pues bastante, a juzgar por el análisis que hacen fuentes de la lucha antiterrorista. Mientras no se produzca una violación flagrante del alto el fuego --es decir, un atentado-- en suelo español, "cada día sin muertos es un éxito", aseguran dichas fuentes.

FIRMEZA Y SERENIDAD Hasta que ETA clarifique el panorama, el Gobierno quiere transmitir serenidad, también para paliar el impacto de las acusaciones del PP. "Los ciudadanos deben estar tranquilos, porque el Gobierno está firme, y pueden tener la seguridad de que no se dará un solo paso hasta que ETA acredite su voluntad de abandonar de manera definitiva la violencia", aseguró la vicepresidenta, que reiteró que el Ejecutivo no aceptará en el proceso "pulsos, presiones o chantajes, vengan de donde vengan".

La firmeza del Gobierno no impresiona al Partido Popular. Sus dirigentes están convencidos de que el Gobierno se ha entregado a los terroristas, y que estos dirigen el proceso. El número dos del partido conservador, Angel Acebes, exigió ayer desde Soria a Zapatero que acuda al Parlamento si pretende solicitar la "impunidad" de los terroristas. Y como si fuera un hecho consumado, calificó de "escándalo antidemocrático" que el presidente del Ejecutivo esté pidiendo a los jueces que hagan "el trabajo sucio" en el proceso de "rendición ante ETA".

Pulsa para ver más contenido para ti